En primer lugar, tenemos al perfil del cliente en los ejecutivos. En este grupo podemos encontrar a las personas que están en una posición que puede ser un poco incierta e inestable. Y te preguntarás ¿por qué? Simplemente porque si sobresalen en una situación, pueden llegar a ser ejecutivos muy exitosos y hacerlo a la perfección. Sin embargo, si dan un paso en falso o no saben cómo manejar una situación en particular, pueden correr el riesgo de ser despedidos. En todo caso, te contratarán como coach para que trabajes junto a ellos, intervengas, los ayudes a llegar al siguiente nivel o simplemente evitar que sean despedidos… Esto suma un poco de tensión a la contratación, ¿no te parece?
Un ejecutivo siempre tiene un reto. Es ese tipo de personas que quieren hacer las cosas mejor que todos los demás, aún cuando no tienen riesgo de ser despedidos. Quieren impresionar, hacerlo mejor, destacar; y esto es una situación muy afortunada para ti como coach, porque tu rol será llevarlos al siguiente nivel, a dar el siguiente paso. Ellos saben esencialmente qué tienen que hacer, sólo que una parte de ellos ha tenido dudas o es incapaz de dar ese paso que les hace falta. Para eso estás tú allí, para desarrollar ese potencial aún no explotado.
Algunos ya pertenecen a una gran corporación, nueva o no, pero con objetivos claramente definidos. Saben exactamente lo que necesitan hacer para ser exitosos, porque de lo contrario, ¿Cómo habrían llegado hasta esa posición en la corporación? Ellos saben qué les hace falta y esto es maravilloso para ti.
Es posible que este grupo de ejecutivos, tengan un modelo a seguir y quieran tener ese nivel de éxito. Vienen a ti a que los ayudes a conseguir o superar ese nivel. Y tú como coach, estás allí para modelar y analizar ese patrón de éxito para establecerlo en tu cliente. Todo lo que tienes que hacer es observar ese modelo y ayudar a tu coachee adaptando este modelo a sus actividades.
El trabajo como coach consiste en evitar que tu cliente siga haciendo cosas que no funcionan y empiece a ejecutar nuevas actividades que tal vez ni siquiera han pensado. Como coach averiguas, indagas, cuestionas que están haciendo otros, lo que realmente funciona, y seguidamente, lo compartes con tus clientes.
La corporación para la cual trabaja el ejecutivo que te contrata, sabe lo que deben hacer sus ejecutivos, desde el más bajo en la escala hasta en los niveles superiores. Todas las funciones y objetivos están definidas. La corporación sabe cómo hacer las cosas y cómo hacer que ese ejecutivo sea más exitoso y productivo. Tu trabajo es hacer que tus clientes hagan esas tareas.
Este perfil del cliente no necesariamente tiene un camino claro. El dueño del negocio está tratando de juntar todas las piezas. Intenta crear una estructura bajo la cual otras personas operen eventualmente.
A veces, cuando trabajas con el dueño de un negocio que tiene muchos empleados, es maravilloso porque vas a tener la oportunidad de trabajar con una persona que va a ser capaz de recompensarte muy bien. Y a veces la gente que contrata entrenadores de vida paga en base a los resultados.
Para una gran empresa un aumento del 1 por ciento puede ser mucho dinero y un porcentaje basado en eso, digamos, el 10 por ciento del aumento del 1 por ciento puede ser muchísimo dinero para ti. En algunos casos te encontrarás en esa situación.
Pero en otros casos, (y te puedo asegurar que serán la mayoría de tus clientes dueños de negocio) te encontrarás en un lugar donde el dueño acaba de empezar y tiene algunos problemas. No quiere hundirse. Quiere ir más allá, pero no tiene un camino claro.
Esto podría ser un pequeño desafío para ti, porque no tienes un mapa, tienes que crearlo para navegar a través de esos mares que pueden ser terriblemente tormentosos para un propietario de un negocio. A veces no saben qué cosas tienen que hacer; situaciones legales, económicas, no tienen mucho capital, lo que significa que no tienen mucho dinero y esto implica que, si no producen, no tienen mucho dinero para pagarte. Tienes que tener en cuenta estas limitaciones.
Por otro lado, está el factor de la emoción. Hay mucho espacio donde trabajar, es bien emocionante, pero hay un camino claro. Puedes ayudar a crear caminos que sientas que van a funcionar basados en tus estudios de otros negocios.
Este grupo lo conforman los dueños de pequeños negocios que son autónomos y/o los dueños de grandes negocios.
En esta categoría quiero hacer énfasis en el perfil del cliente de los dueños de pequeños negocios que pueden ser nuevos empresarios que solían ser empleados. Tal vez eran abogados de un bufete y ahora trabajan para sí mismos, o eran programadores de una gran compañía y ahora quieren tener su propia compañía de programación. Ahora son autónomos con un pequeño negocio.
Tal vez están solos o con otra persona más; y aquí tienes mucho trabajo por hacer. Eres alguien que ha sido llamado. Te han contratado, te han añadido a esta mezcla. Eres una nueva parte de esa mezcla. Ellos pueden ser muy escépticos de tenerte allí. Tienes que darte cuenta de eso.
Siempre tienes que darte cuenta dónde estás parado, no solo como entrenador de vida. Desafortunadamente, el piso tiende a ser un poco suave la mayoría del tiempo porque eres el primero de la fila a ser eliminado de la fórmula. Quizás tenga que decirlo una y otra vez. Puede que seas el primero de la fila en irse. Pero es verdad. Es la realidad y hay que aceptarlo.
También tienes que aceptar el hecho de que te pueden dejar ir muchas veces y eso está bien. De pronto, tienes diez clientes en un día y al día siguiente siete, luego cinco y al día siguiente agregas algunos más pero otros se te van. Nunca se sabe. Depende de las decisiones del cliente. Puedes tener un contrato, lo que siempre es bueno, pero, el cliente siempre puede dejarte ir, incluso si tienes un contrato con ellos. Si tus clientes se dan cuenta que algunas cláusulas o responsabilidades del contrato no se están cumpliendo o que no se cumplen sus expectativas, entonces nadie se beneficia. No hay motivos para que te quedes ni para forzar esa situación.
El dueño de un pequeño negocio recientemente se ha auto empleado y es una persona que tiene los huesos desnudos, por decirlo de una manera, lo que significa que financieramente no va a tener muchos recursos; por tanto, tu cliente van a monitorear todo lo que hagas. Debes coincidir con la obtención del dinero lo antes posible. Y ésta es una de las situaciones por las que tendrás que lidiar muchas veces con los dueños de pequeños negocios… son autónomos y tienes que estar preparado.
Este perfil del cliente quiere mejorar sus habilidades de liderazgo. Esto se parece mucho a la categoría de los ejecutivos. Son gerentes que quieren mejorar sus habilidades de liderazgo. Son personas que no están tan alto en la organización como un ejecutivo.
Los gerentes dirigen a otros, por lo tanto, el liderazgo es muy importante para ellos. A veces algunas personas son muy buenas en lo que hacen, pero cuando pasan a dirigir a otros no lo son tanto. La empresa asume que como son buenos en lo que hacen, pueden ayudar a otros a ser buenos en lo mismo. ¡Y sorpresa! no siempre ocurre así. No pueden dirigir a otras personas.
Las corporaciones asumen que “si María o Pedro, es buena para archivar, si lo promuevo para ayudar a otras personas a hacerlo, va a ser mejor”; y no necesariamente es así. Pedro puede manejar muy bien su archivo, pero cuando llega al departamento donde va a manejar todos los archivos, la cosa se complica y no siempre tienen buenos resultados. Entonces es importante trabajar con otras personas.
Es importante aprender a llevarse bien con otras personas, a usar habilidades de liderazgo para compartir en un departamento. La gente puede tener o no esas habilidades de liderazgo. En muchos casos el gerente es alguien que es bueno en su trabajo, pero no necesariamente bueno para asegurarse de que otras personas hagan exactamente el mismo trabajo.
Revisemos otro ejemplo: “soy bueno poniendo ladrillos, uno encima de otro y me han dado un puesto en el que superviso a cinco personas que también ponen ladrillos uno encima de otro”. La gente pensaría que lo haría bien, porque es lo que yo hago, es lo que siempre he hecho. La empresa espera que yo pueda enseñar todo eso, pero tal vez no tengo la habilidad de enseñar, de organizar o de liderazgo. No tengo ese talento para motivar a la gente a apilar ladrillos correctamente o para que simplemente lleguen a tiempo al trabajo. En conclusión, ascender al gerente, no siempre se traduce también en la habilidad de manejar a los demás.
Por eso un gerente puede llamar a un coach de vida, para que le apoye a hacer lo que la gente de arriba, sus jefes, asumen que él puede hacer.
Hay gente que simplemente quiere crecer dentro de sus relaciones. Es probable que la gente no sea buena para hacer funcionar una relación, o las cosas no les van bien. No saben cómo hacer que una relación funcione. Cuando lo piensas, esta persona se toma muy en serio las relaciones, porque está gastando un dinero en ello. Te está contratando como coach de vida. Los coaches de vida no son baratos. Si un cliente te está pagando dinero por ello, significa que es una situación muy seria que quiere mejorar. Probablemente hayan agotado todo lo demás.
Tal vez, ya intentaron algún tipo de asesoramiento, leer libros, ir a seminarios. Nada de esto ha funcionado hasta ahora. Tienes que entender lo importante que es para que la gente que te haya contratado, tiene un objetivo hacer muy claro. Se ha tomado muy en serio la situación, pero no tiene idea de cómo hacerlo bien. Tu misión será ir y resolverlo. Tienes que llevar una solución. Hacer que funcione de manera fluida.
Las relaciones no se limitan sólo al factor de comunicar, tienen otros factores: son relaciones románticas, sexualidad. A veces la gente tiene desafíos con la economía, con la forma en que interactúan, con las cosas materiales, son personas muy introvertidas, no salen, no se conectan. No muestran alegría o emociones.
Hay factores dentro que generan esa asfixia social que sienten algunas personas cuando se están relacionando con otras personas. Esta conexión puede ser en el área de pareja, de trabajo o quizá en el momento de ascenso. A medida que subes en la escalera del mundo corporativo, todo tiene que ver básicamente con las relaciones.
Los ejecutivos de alto nivel, simplemente se relacionan. Su trabajo es conectar con otros, con empresas, líderes, con todas las personas dentro de la organización. Eso tiene que ver con las relaciones interpersonales.
Si eres un vendedor, tiene que ver con las relaciones personales, cuando ayudas a la gente a seleccionar un producto o un servicio, te metes en un terreno donde ayudas a la gente.
La parte del negocio que estés ayudando en sus relaciones románticas con el esposo, la esposa o con los hijos, con sus propios padres, etc; eso tiene que ver con la gente y con los factores que hacen que la gente se separe o se conecte. Este punto es muy importante y vas a explorar un territorio interesante porque tienes que definir muchos objetivos, allí tienes que empezar a controlar muchas variables, lo cual es extraño, ambiguo, pero es muy interesante.
Tienes que darle la mano al cliente para que define esas variables, para que establezca los estándares y los objetivos que tengan que definir y cómo se van a dirigir esas relaciones personales.
Hoy en día, hay mucha gente buscando el equilibrio. A veces solamente necesita eso. Normalmente cuando tienes un cliente de este tipo, te llama para decirte “necesito un entrenador de vida porque necesito equilibrio”.
Normalmente esta persona está tranquila y no a punto de ser despedida, pero quiere que las cosas fluyan mucho mejor, que sean más balanceadas, que fluyan. Probablemente vas a estar trabajando con alguien en una posición económica buena. Tal vez un millonario que quiere que las cosas fluyan de una mejor forma.
Si alguien cambió de un momento a otro su posición anterior, de repente acaba de dejar de fumar, se divorció o se compró una casa nueva. Un cambio por pequeño o grande que sea es un cambio, no me refiero a un cambio donde la persona está al borde de perderlo todo. Sino al cambio donde la persona siente ese desbalance y está buscando equilibrio, tener una actitud zen.
Cuando las personas llegan al punto de requerir balance, es porque ya tuvo esa experiencia, porque ya experimentó lo que es el equilibrio, el balance, fluir de manera adecuada. Y ahora no lo están, no están en ese balance.
Son personas que hablan de feng shui, meditación, yoga, de cosas en los que ellos han experimentado fluir sin problemas y quieren volver a encontrarlo. Contactan a un profesional que los ayude. Estas personas te hablarán de cosas espirituales, de cosas metafísicas, tal vez de cosas materiales, de conseguir dinero y mejores relaciones. Pero en general, este perfil del cliente no tienen esa necesidad de dinero porque ya está buscando otras cosas en cierto nivel.
En este caso, tu trabajo es un poco menos definido y un poco ambiguo. Tienes que investigar a esta persona, entender cuál es el equilibrio, cómo encontró el equilibrio en su vida para empezar a cuantificar eso. Pero en el aspecto del balance, tienes que ver cómo poner ciertos números para cuantificar el balance para esa persona o revisar si el balance representa meditar equis número de veces a la semana. Saber ¿Cuántas veces le gustaría meditar, tres, cuatro?
Entonces allí hay que ayudar a que este perfil del cliente vaya programando, estructurando y se pueda ver el cambio y el alcanzar el balance. Hay que ser capaz de contabilizar, he aquí el desafío… ¿cómo medirlo? La medición abstracta del balance tendrás que hacerla tú, a medida que hagas esa búsqueda, para que tu cliente pueda evaluar el avance que están logrando. Vas a tener clientes a los que no les interesa medir nada, simplemente quieren que estés a su lado, apoyando y que nada les comentes.
Probablemente, este tipo de perfil de cliente se siente a gusto contigo, le caes bien, y puede estar contigo para siempre. No le interesan los números, sólo encontrar el balance. Sin embargo, si llegases a tener un cliente interesado en los números, tienes que buscar la forma de materializarlo, aún cuando es un área sumamente abstracta. Lo importante es conseguir materializarlo.
Este es un tipo de perfil del cliente también muy interesante. La gente quiere crecer, evolucionar, así como en la metáfora común de la mariposa, que al abrirte eres la bella mariposa. La gente que quiere crecer y cambiar es un poco diferente a la gente que quiere equilibrio.
Es probable que en este grupo, estén las personas que tienen a sus nietos en el yate, son millonarios y sólo quieren que todo se mantenga. No hay muchas tensiones o clientes, sólo están sucediendo algunas cosas. Ese barco en el cual navegan, se ha movido un poco y sólo desean volver a aguas más tranquilas. Este tipo de perfil del cliente tiene metas tranquilas; un guión para una película, un libro que quieren escribir, todo muy tranquilo. Están buscando el balance o en todo caso, volver al balance que ya tenían.
Ahora bien, te preguntarás: ¿Qué pasa con la persona que no tiene balance, que quiere crecer, cambiar? Es una persona que claramente no siente el éxito en su propia mente. Está buscando algo más. Y puede ser que estás trabajando con la persona más rica del mundo, pero no está satisfecho todavía, aunque sea millonario y tenga muchas cosas que otros consideren como éxito, él no se siente exitoso. Algunas de las personas más ricas del mundo son algunas de las personas menos exitosas del mundo porque no han alcanzado su mejor nivel personal.
Sienten que no han dado lo que tienen que dar, no han conseguido su pasión. A veces no se satisfacen porque tienen una dirección dentro de ellos que saben está equivocada. Por lo general, la sociedad nos condiciona a perseguir el dinero para marcar el éxito. Pero mucha gente llega a tener el dinero y descubren que no es así. Hace poco leí sobre un director de Hollywood que vendió todas sus cosas, sus juguetes de Hollywood, como él los llamaba, y se mudó a un parque de remolques. Aunque era multimillonario, no estaba satisfecho, no se sentía bien. Sentía que era parte de una máquina corporativa o algo así y quería alejarse de todo eso, vivir una vida más sencilla que le llenara. Hoy en día simplemente le gusta hablar, relacionarse con la gente y es una persona que está haciendo otras cosas en una dirección que le parece adecuada, que le llena internamente.
Por lo que tienes que ver que no todos los ricos son realmente exitosos y así como te puede llamar una persona rica para buscar esa evolución, también te puede llamar gente con una posición económica cómoda que quiere crecer y cambiar y este es un gran desafío. Necesitas buscar variables, cuantificar qué es el crecimiento para cada persona, qué es el cambio y cómo le gustaría crecer, a cada quien. Es un área con muchos desafíos, muy interesante y te felicito si consigues un cliente de este estilo, porque es una de las cosas más desafiantes, pero que te van a llenar con muchos beneficios económicos y muchas satisfacciones personales también.
Muchas veces trabajarás con personas que son pensadores tácticos. Este perfil del cliente, son personas a las que se les llama estrategas, sin embargo, parte de su estrategia te involucra a ti. Eres una parte funcional de la maquinaria que va a hacer todo para que eso funcione. Ellos han pensado de forma táctica, en otras palabras, tienen un plan que va a ser iniciado y tú eres parte de él. Eso no es algo malo. No es una manipulación ni nada de eso. Eso es realmente genial, porque estas personas están haciendo estrategias. Es como les gusta hacer las cosas. Les gusta tener una estrategia cuando inician todo. No solo es como si te hubieran traído, ver qué es lo que pasa y dejar todo en tus manos. Ellos tienen ya ciertas cosas en mente y te dejarán entrar dentro de esa idea. Probablemente te mostrarán un plan de juego y te dirán el modo en el que tú encajas en ese plan.
Cuando trabajas con este estilo de perfil del cliente, te das cuenta que son muy lógicos. Las personas se van a centrar en el resultado final, en los objetivos que necesitan y en las piezas involucradas en ese objetivo, incluyéndote. Es maravilloso trabajar con estas personas porque están muy bien organizadas en la mayoría de los casos.
Pero la idea de estar bien organizados para el pensador táctico no siempre se traduce en el hecho de que lleven a cabo las cosas, porque a veces se sabotean a sí mismos. Recuerda, hay una razón detrás del por qué te han traído a la fórmula. Si la gente para la que trabajas fuera tan buena para hacerlo todo, entonces ¿para qué estarías allí? Siempre tienes que preguntarte eso: ¿por qué estoy aquí? ¿Cuál es la parte que falta en este rompecabezas, que puedo yo aportar? ¿Qué pieza falta? ¿cuándo yo estoy presente, esa pieza aparece?
Asegúrate de que siempre puedas responder esas preguntas. Si no puedes responder, entonces tu estancia allí puede ser limitada. Si en algún momento llegas a ese punto en el que ya no te sientes valioso, tienes que redefinir lo que estás haciendo, poner ideas que te den un poco de energía fresca y que te hagan valioso de nuevo. No me refiero a crear un problema, me refiero a buscar formas de ayudar.
Si ya has resuelto la situación, asegúrate de ayudarlo a encontrar el siguiente desafío.
Hay gente que desea tener un mentor estratégico, un mentor imparcial, son personas que desean tener un coaching de vida. Eso requiere algo de ti, que tú seas estratégico e imparcial. Necesitas tener una estrategia que presente un plan de juego. Pero además ser imparcial, eso significa que estés libre de juicio.
No porque digas “Oh, esta compañía es horrible porque has hecho esto y aquello” sino porque cuando las características del cliente son las anteriores, lo que sí quieres hacer o decir es: “lo que has hecho no ha sido muy efectivo. Podemos ir revisando otras estrategias para ver si te ayudan más. Si empezamos a hacer cosas que te parece que no son tan efectivas, lo revisamos, lo cambiamos y vamos adaptando diferentes estrategias para empezar a hacer que las cosas sean efectivas”.
Con este tipo de personas no puedo usar un lenguaje acusatorio como “ Eso está mal, está terrible”, porque no es un cliente que está esperando ser juzgado, porque ciertamente el juicio no lleva a nadie a ninguna parte. Sobretodo si el cliente está interesado en contratar a una persona que sea imparcial, neutral y que esté enfocado en esos controles de la máquina, en ese panel de control que ya te mencioné en algún momento. El coach tiene que estar alineado con el panel de control del cliente.
Si el cliente está buscando que la empresa gane dinero, por ejemplo, el panel de control tiene que estar alineado a eso. Si está haciendo algún trabajo interesante, ese es el panel de control. Donde tienes que decirle al cliente “Mira en tu panel de control. Dice que quieres que la empresa gane dinero y no lo está haciendo”. Son fact. Es un hecho.
Si no está haciendo dinero, entonces no está bien. Tienes que alinearte a eso, a ese panel de control del cliente, para que el cliente no sienta que es un juicio, para sentir que la forma en que tú estás comunicándote con el cliente es imparcial, que estás libre de juicio. Así que cuando buscan un mentor estratégico e imparcial, eso es lo que buscan. Alguien que vaya sin juicio ni opinión y solo haga el trabajo.
Mantente centrado, cuida el rumbo de las cosas y si lo haces bien, vas a seguir trabajando para esa persona. Por supuesto, ese es tu objetivo siempre: permanecer empleado o tener un trabajo, incluso si eres un contratista. En la mayoría de los casos vas a ser un contratista y se te va a pedir que hagas un trabajo puntual, pero siempre querrás mantenerte beneficiando al cliente, dándole algo, un valor agregado.
Gente que quiere mejorar
Hay gente que se quiere esforzar para ser mejor. Casi todas las personas con las que vas a tratar van a caer en esta categoría. Es el cliente que te está llamando. Alguien que quiere seguir adelante. Que se esfuerza por mejorar, que quiere avanzar. Alguien que está cansado del estancamiento y que encuentra que el estancamiento es una situación bastante limitante. Este estancamiento no los va a llevar donde quieren estar.
O peor aún, hace que estén retrocediendo en la vida. Realmente necesitan avanzar desde el punto donde están en este instante. Así que vas a estar. Yo creo que en el 90% o más de los casos, tratando con gente que se esfuerza por mejorar. La única excepción a esto, creo yo, ocurre cuando alguien no contrata un coach de vida para ellos, sino que alguien más contrata al coach. Es ese cliente que está allí porque la mamá, la esposa o el trabajo lo mandaron.
Creo que son pocas las únicas excepciones cuando esto no ocurre y en casi la mayoría de estos casos, en mi opinión particular, no debes aceptar ese cliente porque va a ser un cliente complejo. En mi caso, a mí me ayuda el poder decirle que no a este tipo de clientes porque decido trabajar con personas que estén listas para el cambio, listas para crecer, pero a veces tú tienes la decisión de tomar esos clientes que no tienen ese interés y también puede ser parte de tu trabajo o tu especialidad dedicarte solo a esos clientes. En mi caso, decido no hacerlo.
Creo que es mucho mejor trabajar con clientes que desean mejorar y cuando alguien necesita mejorar, le importa mejorar, todo fluye más. Todo fluye porque la gente quiere estar ahí, tiene una motivación intrínseca y tu trabajo, en este caso es, ayudar a esa persona a crecer, a llegar al siguiente nivel en cualquiera de las áreas que ese cliente esté buscando ser mejor.
Yo creo que hoy en día con las situaciones, con la dinámica que estamos viviendo en los cambios sociales que estamos viviendo, la gente tiene que ser dinámica y creo que la mayoría de la gente está buscando adaptarse y mejorar porque lo necesita, quieren hacerlo simplemente porque se dieron cuenta de que si no evolucionan van a perderse de muchas cosas. El mercado se está volviendo altamente competitivo y probablemente será por siempre.
Hay muy pocas personas que todavía no están en la onda de mejorar, de crecer, de ir al siguiente nivel. La gente se está dando cuenta que, en la sociedad, tienen más acceso a la información, hay personas más inteligentes, con más contactos y hay que mantener la competencia. Es importante que en los nuevos sistemas de comercialización y en el nuevo sistema de trabajo, todo el mundo mejore.
La gente necesita mejores herramientas. La necesidad de mejorar, creo yo, es mayor que nunca en la historia del ser humano. Las características del cliente con el que vas a tratar en la mayoría de los casos, va a tener esta característica: Son gente que se va a esforzar para mejorar en muchas áreas de su vida.
¿Qué pasa con las personas que quieren más creatividad en sus vidas?
Vas a tener un perfil del cliente que necesita tener más creatividad. Recuerda que es un mercado competitivo y nos vamos a encontrar con gente que son dueños de negocios, ejecutivos en un mercado competitivo y en ese tipo de situaciones la creatividad es rey, la creatividad manda. La creatividad está a cargo del negocio. Si tienes creatividad, llegas lejos y si no tienes, te vas a quedar atrás. Todo está cambiando cada día muy rápidamente. Incluso las compañías que han estado en el mercado por mucho tiempo han tenido que cambiar, han tenido que adaptarse y cambiar la forma en que hacen las cosas.
En particular las agencias de publicidad, por ejemplo, necesitan tener algo nuevo, diferente, creativo. La creatividad actualmente es importante y muchos creativos te van a contactar para que los ayudes a limpiar tensiones o distracciones en su vida y empujen el aura de la creatividad.
Este grupo de personas es muy interesante.
Con suerte todos tus clientes serán tanto de mente abierta como inteligentes. La idea no es que seas el juez de eso, que te vayas a convertir en juez y a tener prejuicios de si tu cliente es inteligente o no. A veces estarás tratando o trabajando con un cliente que piense que no es tan inteligente. Que no está listos para seguir adelante. Está bien que pienses eso, y puede que tengas razón, pero, no lo puedes decir. No puedes, no te sirve de nada. No le vas a hacer un test de inteligencia a tu cliente para determinar quién es más o quién es menos inteligente en esa área. No, y eso no va a importar. A la gente no le importa eso cuando te ha contratado para un trabajo.
Es importante que no los juzgues ni los clasifiques. Simplemente tienes que usar la herramienta. Si no está allí, no está. Pero la mayoría de los casos vas a trabajar con gente de mente abierta, gente de cierto nivel de inteligencia o intelectual para entender la necesidad del cambio y la necesidad de la estrategia.
¿Pero qué tal si son más inteligentes que tú? ¿cómo vas a ayudar a esa persona? Esa persona ha pensado en todo. Puede pasar, pero tampoco es importante porque tú estás allí para llenar un espacio que ese cliente no ha llenado con su inteligencia o con su falta de ella.
No es un factor que te vaya a frenar o a impulsar. Tienen lo que se llama parálisis por análisis, son gente que ha estudiado tanto y pensado tanto en las soluciones que piensan que no va a funcionar. Esto no significa que, su conclusión es la correcta. Te vas a encontrar personas inteligentes que no actúan.
Vas a encontrar personas que no son tan inteligentes pero que actúan más rápido, sin pensar y te vas a conseguir personas inteligentes que se van a congelar y no van a actuar. Te traigo a la mesa este factor de la inteligencia, porque está muy relacionado con la acción. Como coach tienes ese trabajo: que tu cliente actúe, lo más importante es que tu cliente actúe, “do it be perfection”. Es muy importante que tu cliente haga, aunque sea poco y vaya viendo que el cambio se está volviendo positivo.
En la mayoría de los casos vas a trabajar con personas de mente abierta, personas inteligentes, capaces de entender lo que se les presenta, la estrategia y la forma en que vas a ir afinando la estrategia.
Pueden aparecer clientes un poco más inteligentes o clientes un poco más lentos en comprender las propuestas que tú estás haciendo, y eso está bien. Al final siempre lo importante es que ayudes al cliente a ejecutar la acción y alcanzar los nuevos objetivos.
Clientes que quieren más en la vida
Hay clientes que no se satisfacen con las cosas que ya tienen y están buscando cosas nuevas. Muchas veces en estas ciudades New Age, ciudades como California, Los Ángeles, en ciudades también como Nueva York, que algunas personas ya tienen todo, tener el carro, la casa, ya tienen todas las cosas que querían alcanzar en su vida, pero se han dado cuenta que quieren más y sienten que han hecho ciertas cosas, pero en realidad no han hecho todo lo que se supone que deben hacer por su vida. Se comparan con los vecinos. No están satisfechos. Aunque lo que hacen lo hagan extremadamente bien, tienen dinero, fama, fortuna, sienten que alguien lo está haciendo mejor que ellos y que simplemente quieren ir más allá. Quieren hacer más cosas, descubrir más, viajar más, tener una pareja mejor, tener más alegría de vivir, etc. No importa cuál sea la situación puntual de ese cliente, de lo que desean más en la vida, lo importante es revisar cómo ese impulso lo afecta.
Si es un impulso negativo o positivo y cómo ese impulso alimenta lo que quieren encontrar, el objetivo que quieren alcanzar. Hay que investigar y organizar un poco, porque cuando detectas esa situación, después tienes que empezar a armar las cosas. Cuando tú le preguntas a tu cliente: ¿qué es lo que quieres hacer? ¿A dónde quieres llegar? La respuesta seguramente va a ser “no sé, no sé, si yo lo supiera ya lo hubiera hecho todo. Por eso te contraté. Tú eres mi entrenador de vida, quiero que tú me digas qué es lo que me hace falta”.
Como coach, tienes que empezar a organizarte un poco y lo vas a hacer de una forma muy sencilla. Puedes agarrar una revista en el lobby de una oficina y simplemente mostrarle: “mira ¿qué te atrae de esto?, ¿qué fotos estás viendo allí, que son interesantes, qué cosas te parecen que podrían llenar tu vida? Así se puede ir haciendo. Hasta usar herramientas muy poderosas, como por ejemplo, la psicología positiva, como la rueda de la vida, u otras herramientas que te vayan organizando, y dependiendo de tu tendencia de trabajo puedes ir organizando la vida en diferentes líneas.
Parte de tu trabajo es averiguar qué es lo que ese cliente necesita o está buscando. Tu trabajo en este cliente va a ser simplemente buscar, averiguar. Y es bien interesante trabajar con esta gente, porque es una experiencia maravillosa, el ayudar a la gente a buscar su motivo, su razón de ser y más si te pagan por ello. Es genial, es una experiencia interesante, que no es fácil, pero es una experiencia que te va a dar trabajo. Vas a ayudar a una persona a descubrir que está disfrutando de la vida, qué se está perdiendo, que no, y esto es un atributo muy positivo, donde vas a disfrutar mucho porque esta persona abraza el concepto de cambiar, de mejorar, de buscar y tú como coach, estás allí para ayudarlo a hacer eso.
Ignacio Segovia
Psicólogo, Coach, Hipnotista, Escritor y Orador
Enfoca la Atención en la Intención
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Algunos ya pertenecen a una gran corporación, nueva o no, pero con objetivos claramente definidos. Saben exactamente lo que necesitan hacer para ser exitosos, porque de lo contrario, ¿Cómo habrían llegado hasta esa posición en la corporación? Ellos saben qué les hace falta y esto es maravilloso para ti.
Es posible que este grupo de ejecutivos, tengan un modelo a seguir y quieran tener ese nivel de éxito. Vienen a ti a que los ayudes a conseguir o superar ese nivel. Y tú como coach, estás allí para modelar y analizar ese patrón de éxito para establecerlo en tu cliente. Todo lo que tienes que hacer es observar ese modelo y ayudar a tu coachee adaptando este modelo a sus actividades.
El trabajo como coach consiste en evitar que tu cliente siga haciendo cosas que no funcionan y empiece a ejecutar nuevas actividades que tal vez ni siquiera han pensado. Como coach averiguas, indagas, cuestionas que están haciendo otros, lo que realmente funciona, y seguidamente, lo compartes con tus clientes.
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A veces, cuando trabajas con el dueño de un negocio que tiene muchos empleados, es maravilloso porque vas a tener la oportunidad de trabajar con una persona que va a ser capaz de recompensarte muy bien. Y a veces la gente que contrata entrenadores de vida paga en base a los resultados.
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Pero en otros casos, (y te puedo asegurar que serán la mayoría de tus clientes dueños de negocio) te encontrarás en un lugar donde el dueño acaba de empezar y tiene algunos problemas. No quiere hundirse. Quiere ir más allá, pero no tiene un camino claro.
Esto podría ser un pequeño desafío para ti, porque no tienes un mapa, tienes que crearlo para navegar a través de esos mares que pueden ser terriblemente tormentosos para un propietario de un negocio. A veces no saben qué cosas tienen que hacer; situaciones legales, económicas, no tienen mucho capital, lo que significa que no tienen mucho dinero y esto implica que, si no producen, no tienen mucho dinero para pagarte. Tienes que tener en cuenta estas limitaciones.
Por otro lado, está el factor de la emoción. Hay mucho espacio donde trabajar, es bien emocionante, pero hay un camino claro. Puedes ayudar a crear caminos que sientas que van a funcionar basados en tus estudios de otros negocios.
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Tal vez están solos o con otra persona más; y aquí tienes mucho trabajo por hacer. Eres alguien que ha sido llamado. Te han contratado, te han añadido a esta mezcla. Eres una nueva parte de esa mezcla. Ellos pueden ser muy escépticos de tenerte allí. Tienes que darte cuenta de eso.
Siempre tienes que darte cuenta dónde estás parado, no solo como entrenador de vida. Desafortunadamente, el piso tiende a ser un poco suave la mayoría del tiempo porque eres el primero de la fila a ser eliminado de la fórmula. Quizás tenga que decirlo una y otra vez. Puede que seas el primero de la fila en irse. Pero es verdad. Es la realidad y hay que aceptarlo.
También tienes que aceptar el hecho de que te pueden dejar ir muchas veces y eso está bien. De pronto, tienes diez clientes en un día y al día siguiente siete, luego cinco y al día siguiente agregas algunos más pero otros se te van. Nunca se sabe. Depende de las decisiones del cliente. Puedes tener un contrato, lo que siempre es bueno, pero, el cliente siempre puede dejarte ir, incluso si tienes un contrato con ellos. Si tus clientes se dan cuenta que algunas cláusulas o responsabilidades del contrato no se están cumpliendo o que no se cumplen sus expectativas, entonces nadie se beneficia. No hay motivos para que te quedes ni para forzar esa situación.
El dueño de un pequeño negocio recientemente se ha auto empleado y es una persona que tiene los huesos desnudos, por decirlo de una manera, lo que significa que financieramente no va a tener muchos recursos; por tanto, tu cliente van a monitorear todo lo que hagas. Debes coincidir con la obtención del dinero lo antes posible. Y ésta es una de las situaciones por las que tendrás que lidiar muchas veces con los dueños de pequeños negocios… son autónomos y tienes que estar preparado.
Este perfil del cliente quiere mejorar sus habilidades de liderazgo. Esto se parece mucho a la categoría de los ejecutivos. Son gerentes que quieren mejorar sus habilidades de liderazgo. Son personas que no están tan alto en la organización como un ejecutivo.
Los gerentes dirigen a otros, por lo tanto, el liderazgo es muy importante para ellos. A veces algunas personas son muy buenas en lo que hacen, pero cuando pasan a dirigir a otros no lo son tanto. La empresa asume que como son buenos en lo que hacen, pueden ayudar a otros a ser buenos en lo mismo. ¡Y sorpresa! no siempre ocurre así. No pueden dirigir a otras personas.
Las corporaciones asumen que “si María o Pedro, es buena para archivar, si lo promuevo para ayudar a otras personas a hacerlo, va a ser mejor”; y no necesariamente es así. Pedro puede manejar muy bien su archivo, pero cuando llega al departamento donde va a manejar todos los archivos, la cosa se complica y no siempre tienen buenos resultados. Entonces es importante trabajar con otras personas.
Es importante aprender a llevarse bien con otras personas, a usar habilidades de liderazgo para compartir en un departamento. La gente puede tener o no esas habilidades de liderazgo. En muchos casos el gerente es alguien que es bueno en su trabajo, pero no necesariamente bueno para asegurarse de que otras personas hagan exactamente el mismo trabajo.
Revisemos otro ejemplo: “soy bueno poniendo ladrillos, uno encima de otro y me han dado un puesto en el que superviso a cinco personas que también ponen ladrillos uno encima de otro”. La gente pensaría que lo haría bien, porque es lo que yo hago, es lo que siempre he hecho. La empresa espera que yo pueda enseñar todo eso, pero tal vez no tengo la habilidad de enseñar, de organizar o de liderazgo. No tengo ese talento para motivar a la gente a apilar ladrillos correctamente o para que simplemente lleguen a tiempo al trabajo. En conclusión, ascender al gerente, no siempre se traduce también en la habilidad de manejar a los demás.
Por eso un gerente puede llamar a un coach de vida, para que le apoye a hacer lo que la gente de arriba, sus jefes, asumen que él puede hacer.
Hay gente que simplemente quiere crecer dentro de sus relaciones. Es probable que la gente no sea buena para hacer funcionar una relación, o las cosas no les van bien. No saben cómo hacer que una relación funcione. Cuando lo piensas, esta persona se toma muy en serio las relaciones, porque está gastando un dinero en ello. Te está contratando como coach de vida. Los coaches de vida no son baratos. Si un cliente te está pagando dinero por ello, significa que es una situación muy seria que quiere mejorar. Probablemente hayan agotado todo lo demás.
Tal vez, ya intentaron algún tipo de asesoramiento, leer libros, ir a seminarios. Nada de esto ha funcionado hasta ahora. Tienes que entender lo importante que es para que la gente que te haya contratado, tiene un objetivo hacer muy claro. Se ha tomado muy en serio la situación, pero no tiene idea de cómo hacerlo bien. Tu misión será ir y resolverlo. Tienes que llevar una solución. Hacer que funcione de manera fluida.
Las relaciones no se limitan sólo al factor de comunicar, tienen otros factores: son relaciones románticas, sexualidad. A veces la gente tiene desafíos con la economía, con la forma en que interactúan, con las cosas materiales, son personas muy introvertidas, no salen, no se conectan. No muestran alegría o emociones.
Hay factores dentro que generan esa asfixia social que sienten algunas personas cuando se están relacionando con otras personas. Esta conexión puede ser en el área de pareja, de trabajo o quizá en el momento de ascenso. A medida que subes en la escalera del mundo corporativo, todo tiene que ver básicamente con las relaciones.
Los ejecutivos de alto nivel, simplemente se relacionan. Su trabajo es conectar con otros, con empresas, líderes, con todas las personas dentro de la organización. Eso tiene que ver con las relaciones interpersonales.
Si eres un vendedor, tiene que ver con las relaciones personales, cuando ayudas a la gente a seleccionar un producto o un servicio, te metes en un terreno donde ayudas a la gente.
La parte del negocio que estés ayudando en sus relaciones románticas con el esposo, la esposa o con los hijos, con sus propios padres, etc; eso tiene que ver con la gente y con los factores que hacen que la gente se separe o se conecte. Este punto es muy importante y vas a explorar un territorio interesante porque tienes que definir muchos objetivos, allí tienes que empezar a controlar muchas variables, lo cual es extraño, ambiguo, pero es muy interesante.
Tienes que darle la mano al cliente para que define esas variables, para que establezca los estándares y los objetivos que tengan que definir y cómo se van a dirigir esas relaciones personales.
Hoy en día, hay mucha gente buscando el equilibrio. A veces solamente necesita eso. Normalmente cuando tienes un cliente de este tipo, te llama para decirte “necesito un entrenador de vida porque necesito equilibrio”.
Normalmente esta persona está tranquila y no a punto de ser despedida, pero quiere que las cosas fluyan mucho mejor, que sean más balanceadas, que fluyan. Probablemente vas a estar trabajando con alguien en una posición económica buena. Tal vez un millonario que quiere que las cosas fluyan de una mejor forma.
Si alguien cambió de un momento a otro su posición anterior, de repente acaba de dejar de fumar, se divorció o se compró una casa nueva. Un cambio por pequeño o grande que sea es un cambio, no me refiero a un cambio donde la persona está al borde de perderlo todo. Sino al cambio donde la persona siente ese desbalance y está buscando equilibrio, tener una actitud zen.
Cuando las personas llegan al punto de requerir balance, es porque ya tuvo esa experiencia, porque ya experimentó lo que es el equilibrio, el balance, fluir de manera adecuada. Y ahora no lo están, no están en ese balance.
Son personas que hablan de feng shui, meditación, yoga, de cosas en los que ellos han experimentado fluir sin problemas y quieren volver a encontrarlo. Contactan a un profesional que los ayude. Estas personas te hablarán de cosas espirituales, de cosas metafísicas, tal vez de cosas materiales, de conseguir dinero y mejores relaciones. Pero en general, este perfil del cliente no tienen esa necesidad de dinero porque ya está buscando otras cosas en cierto nivel.
En este caso, tu trabajo es un poco menos definido y un poco ambiguo. Tienes que investigar a esta persona, entender cuál es el equilibrio, cómo encontró el equilibrio en su vida para empezar a cuantificar eso. Pero en el aspecto del balance, tienes que ver cómo poner ciertos números para cuantificar el balance para esa persona o revisar si el balance representa meditar equis número de veces a la semana. Saber ¿Cuántas veces le gustaría meditar, tres, cuatro?
Entonces allí hay que ayudar a que este perfil del cliente vaya programando, estructurando y se pueda ver el cambio y el alcanzar el balance. Hay que ser capaz de contabilizar, he aquí el desafío… ¿cómo medirlo? La medición abstracta del balance tendrás que hacerla tú, a medida que hagas esa búsqueda, para que tu cliente pueda evaluar el avance que están logrando. Vas a tener clientes a los que no les interesa medir nada, simplemente quieren que estés a su lado, apoyando y que nada les comentes.
Probablemente, este tipo de perfil de cliente se siente a gusto contigo, le caes bien, y puede estar contigo para siempre. No le interesan los números, sólo encontrar el balance. Sin embargo, si llegases a tener un cliente interesado en los números, tienes que buscar la forma de materializarlo, aún cuando es un área sumamente abstracta. Lo importante es conseguir materializarlo.
Este es un tipo de perfil del cliente también muy interesante. La gente quiere crecer, evolucionar, así como en la metáfora común de la mariposa, que al abrirte eres la bella mariposa. La gente que quiere crecer y cambiar es un poco diferente a la gente que quiere equilibrio.
Es probable que en este grupo, estén las personas que tienen a sus nietos en el yate, son millonarios y sólo quieren que todo se mantenga. No hay muchas tensiones o clientes, sólo están sucediendo algunas cosas. Ese barco en el cual navegan, se ha movido un poco y sólo desean volver a aguas más tranquilas. Este tipo de perfil del cliente tiene metas tranquilas; un guión para una película, un libro que quieren escribir, todo muy tranquilo. Están buscando el balance o en todo caso, volver al balance que ya tenían.
Ahora bien, te preguntarás: ¿Qué pasa con la persona que no tiene balance, que quiere crecer, cambiar? Es una persona que claramente no siente el éxito en su propia mente. Está buscando algo más. Y puede ser que estás trabajando con la persona más rica del mundo, pero no está satisfecho todavía, aunque sea millonario y tenga muchas cosas que otros consideren como éxito, él no se siente exitoso. Algunas de las personas más ricas del mundo son algunas de las personas menos exitosas del mundo porque no han alcanzado su mejor nivel personal.
Sienten que no han dado lo que tienen que dar, no han conseguido su pasión. A veces no se satisfacen porque tienen una dirección dentro de ellos que saben está equivocada. Por lo general, la sociedad nos condiciona a perseguir el dinero para marcar el éxito. Pero mucha gente llega a tener el dinero y descubren que no es así. Hace poco leí sobre un director de Hollywood que vendió todas sus cosas, sus juguetes de Hollywood, como él los llamaba, y se mudó a un parque de remolques. Aunque era multimillonario, no estaba satisfecho, no se sentía bien. Sentía que era parte de una máquina corporativa o algo así y quería alejarse de todo eso, vivir una vida más sencilla que le llenara. Hoy en día simplemente le gusta hablar, relacionarse con la gente y es una persona que está haciendo otras cosas en una dirección que le parece adecuada, que le llena internamente.
Por lo que tienes que ver que no todos los ricos son realmente exitosos y así como te puede llamar una persona rica para buscar esa evolución, también te puede llamar gente con una posición económica cómoda que quiere crecer y cambiar y este es un gran desafío. Necesitas buscar variables, cuantificar qué es el crecimiento para cada persona, qué es el cambio y cómo le gustaría crecer, a cada quien. Es un área con muchos desafíos, muy interesante y te felicito si consigues un cliente de este estilo, porque es una de las cosas más desafiantes, pero que te van a llenar con muchos beneficios económicos y muchas satisfacciones personales también.
Muchas veces trabajarás con personas que son pensadores tácticos. Este perfil del cliente, son personas a las que se les llama estrategas, sin embargo, parte de su estrategia te involucra a ti. Eres una parte funcional de la maquinaria que va a hacer todo para que eso funcione. Ellos han pensado de forma táctica, en otras palabras, tienen un plan que va a ser iniciado y tú eres parte de él. Eso no es algo malo. No es una manipulación ni nada de eso. Eso es realmente genial, porque estas personas están haciendo estrategias. Es como les gusta hacer las cosas. Les gusta tener una estrategia cuando inician todo. No solo es como si te hubieran traído, ver qué es lo que pasa y dejar todo en tus manos. Ellos tienen ya ciertas cosas en mente y te dejarán entrar dentro de esa idea. Probablemente te mostrarán un plan de juego y te dirán el modo en el que tú encajas en ese plan.
Cuando trabajas con este estilo de perfil del cliente, te das cuenta que son muy lógicos. Las personas se van a centrar en el resultado final, en los objetivos que necesitan y en las piezas involucradas en ese objetivo, incluyéndote. Es maravilloso trabajar con estas personas porque están muy bien organizadas en la mayoría de los casos.
Pero la idea de estar bien organizados para el pensador táctico no siempre se traduce en el hecho de que lleven a cabo las cosas, porque a veces se sabotean a sí mismos. Recuerda, hay una razón detrás del por qué te han traído a la fórmula. Si la gente para la que trabajas fuera tan buena para hacerlo todo, entonces ¿para qué estarías allí? Siempre tienes que preguntarte eso: ¿por qué estoy aquí? ¿Cuál es la parte que falta en este rompecabezas, que puedo yo aportar? ¿Qué pieza falta? ¿cuándo yo estoy presente, esa pieza aparece?
Asegúrate de que siempre puedas responder esas preguntas. Si no puedes responder, entonces tu estancia allí puede ser limitada. Si en algún momento llegas a ese punto en el que ya no te sientes valioso, tienes que redefinir lo que estás haciendo, poner ideas que te den un poco de energía fresca y que te hagan valioso de nuevo. No me refiero a crear un problema, me refiero a buscar formas de ayudar.
Si ya has resuelto la situación, asegúrate de ayudarlo a encontrar el siguiente desafío.
Hay gente que desea tener un mentor estratégico, un mentor imparcial, son personas que desean tener un coaching de vida. Eso requiere algo de ti, que tú seas estratégico e imparcial. Necesitas tener una estrategia que presente un plan de juego. Pero además ser imparcial, eso significa que estés libre de juicio.
No porque digas “Oh, esta compañía es horrible porque has hecho esto y aquello” sino porque cuando las características del cliente son las anteriores, lo que sí quieres hacer o decir es: “lo que has hecho no ha sido muy efectivo. Podemos ir revisando otras estrategias para ver si te ayudan más. Si empezamos a hacer cosas que te parece que no son tan efectivas, lo revisamos, lo cambiamos y vamos adaptando diferentes estrategias para empezar a hacer que las cosas sean efectivas”.
Con este tipo de personas no puedo usar un lenguaje acusatorio como “ Eso está mal, está terrible”, porque no es un cliente que está esperando ser juzgado, porque ciertamente el juicio no lleva a nadie a ninguna parte. Sobretodo si el cliente está interesado en contratar a una persona que sea imparcial, neutral y que esté enfocado en esos controles de la máquina, en ese panel de control que ya te mencioné en algún momento. El coach tiene que estar alineado con el panel de control del cliente.
Si el cliente está buscando que la empresa gane dinero, por ejemplo, el panel de control tiene que estar alineado a eso. Si está haciendo algún trabajo interesante, ese es el panel de control. Donde tienes que decirle al cliente “Mira en tu panel de control. Dice que quieres que la empresa gane dinero y no lo está haciendo”. Son fact. Es un hecho.
Si no está haciendo dinero, entonces no está bien. Tienes que alinearte a eso, a ese panel de control del cliente, para que el cliente no sienta que es un juicio, para sentir que la forma en que tú estás comunicándote con el cliente es imparcial, que estás libre de juicio. Así que cuando buscan un mentor estratégico e imparcial, eso es lo que buscan. Alguien que vaya sin juicio ni opinión y solo haga el trabajo.
Mantente centrado, cuida el rumbo de las cosas y si lo haces bien, vas a seguir trabajando para esa persona. Por supuesto, ese es tu objetivo siempre: permanecer empleado o tener un trabajo, incluso si eres un contratista. En la mayoría de los casos vas a ser un contratista y se te va a pedir que hagas un trabajo puntual, pero siempre querrás mantenerte beneficiando al cliente, dándole algo, un valor agregado.
Gente que quiere mejorar
Hay gente que se quiere esforzar para ser mejor. Casi todas las personas con las que vas a tratar van a caer en esta categoría. Es el cliente que te está llamando. Alguien que quiere seguir adelante. Que se esfuerza por mejorar, que quiere avanzar. Alguien que está cansado del estancamiento y que encuentra que el estancamiento es una situación bastante limitante. Este estancamiento no los va a llevar donde quieren estar.
O peor aún, hace que estén retrocediendo en la vida. Realmente necesitan avanzar desde el punto donde están en este instante. Así que vas a estar. Yo creo que en el 90% o más de los casos, tratando con gente que se esfuerza por mejorar. La única excepción a esto, creo yo, ocurre cuando alguien no contrata un coach de vida para ellos, sino que alguien más contrata al coach. Es ese cliente que está allí porque la mamá, la esposa o el trabajo lo mandaron.
Creo que son pocas las únicas excepciones cuando esto no ocurre y en casi la mayoría de estos casos, en mi opinión particular, no debes aceptar ese cliente porque va a ser un cliente complejo. En mi caso, a mí me ayuda el poder decirle que no a este tipo de clientes porque decido trabajar con personas que estén listas para el cambio, listas para crecer, pero a veces tú tienes la decisión de tomar esos clientes que no tienen ese interés y también puede ser parte de tu trabajo o tu especialidad dedicarte solo a esos clientes. En mi caso, decido no hacerlo.
Creo que es mucho mejor trabajar con clientes que desean mejorar y cuando alguien necesita mejorar, le importa mejorar, todo fluye más. Todo fluye porque la gente quiere estar ahí, tiene una motivación intrínseca y tu trabajo, en este caso es, ayudar a esa persona a crecer, a llegar al siguiente nivel en cualquiera de las áreas que ese cliente esté buscando ser mejor.
Yo creo que hoy en día con las situaciones, con la dinámica que estamos viviendo en los cambios sociales que estamos viviendo, la gente tiene que ser dinámica y creo que la mayoría de la gente está buscando adaptarse y mejorar porque lo necesita, quieren hacerlo simplemente porque se dieron cuenta de que si no evolucionan van a perderse de muchas cosas. El mercado se está volviendo altamente competitivo y probablemente será por siempre.
Hay muy pocas personas que todavía no están en la onda de mejorar, de crecer, de ir al siguiente nivel. La gente se está dando cuenta que, en la sociedad, tienen más acceso a la información, hay personas más inteligentes, con más contactos y hay que mantener la competencia. Es importante que en los nuevos sistemas de comercialización y en el nuevo sistema de trabajo, todo el mundo mejore.
La gente necesita mejores herramientas. La necesidad de mejorar, creo yo, es mayor que nunca en la historia del ser humano. Las características del cliente con el que vas a tratar en la mayoría de los casos, va a tener esta característica: Son gente que se va a esforzar para mejorar en muchas áreas de su vida.
¿Qué pasa con las personas que quieren más creatividad en sus vidas?
Vas a tener un perfil del cliente que necesita tener más creatividad. Recuerda que es un mercado competitivo y nos vamos a encontrar con gente que son dueños de negocios, ejecutivos en un mercado competitivo y en ese tipo de situaciones la creatividad es rey, la creatividad manda. La creatividad está a cargo del negocio. Si tienes creatividad, llegas lejos y si no tienes, te vas a quedar atrás. Todo está cambiando cada día muy rápidamente. Incluso las compañías que han estado en el mercado por mucho tiempo han tenido que cambiar, han tenido que adaptarse y cambiar la forma en que hacen las cosas.
En particular las agencias de publicidad, por ejemplo, necesitan tener algo nuevo, diferente, creativo. La creatividad actualmente es importante y muchos creativos te van a contactar para que los ayudes a limpiar tensiones o distracciones en su vida y empujen el aura de la creatividad.
Este grupo de personas es muy interesante.
Con suerte todos tus clientes serán tanto de mente abierta como inteligentes. La idea no es que seas el juez de eso, que te vayas a convertir en juez y a tener prejuicios de si tu cliente es inteligente o no. A veces estarás tratando o trabajando con un cliente que piense que no es tan inteligente. Que no está listos para seguir adelante. Está bien que pienses eso, y puede que tengas razón, pero, no lo puedes decir. No puedes, no te sirve de nada. No le vas a hacer un test de inteligencia a tu cliente para determinar quién es más o quién es menos inteligente en esa área. No, y eso no va a importar. A la gente no le importa eso cuando te ha contratado para un trabajo.
Es importante que no los juzgues ni los clasifiques. Simplemente tienes que usar la herramienta. Si no está allí, no está. Pero la mayoría de los casos vas a trabajar con gente de mente abierta, gente de cierto nivel de inteligencia o intelectual para entender la necesidad del cambio y la necesidad de la estrategia.
¿Pero qué tal si son más inteligentes que tú? ¿cómo vas a ayudar a esa persona? Esa persona ha pensado en todo. Puede pasar, pero tampoco es importante porque tú estás allí para llenar un espacio que ese cliente no ha llenado con su inteligencia o con su falta de ella.
No es un factor que te vaya a frenar o a impulsar. Tienen lo que se llama parálisis por análisis, son gente que ha estudiado tanto y pensado tanto en las soluciones que piensan que no va a funcionar. Esto no significa que, su conclusión es la correcta. Te vas a encontrar personas inteligentes que no actúan.
Vas a encontrar personas que no son tan inteligentes pero que actúan más rápido, sin pensar y te vas a conseguir personas inteligentes que se van a congelar y no van a actuar. Te traigo a la mesa este factor de la inteligencia, porque está muy relacionado con la acción. Como coach tienes ese trabajo: que tu cliente actúe, lo más importante es que tu cliente actúe, “do it be perfection”. Es muy importante que tu cliente haga, aunque sea poco y vaya viendo que el cambio se está volviendo positivo.
En la mayoría de los casos vas a trabajar con personas de mente abierta, personas inteligentes, capaces de entender lo que se les presenta, la estrategia y la forma en que vas a ir afinando la estrategia.
Pueden aparecer clientes un poco más inteligentes o clientes un poco más lentos en comprender las propuestas que tú estás haciendo, y eso está bien. Al final siempre lo importante es que ayudes al cliente a ejecutar la acción y alcanzar los nuevos objetivos.
Clientes que quieren más en la vida
Hay clientes que no se satisfacen con las cosas que ya tienen y están buscando cosas nuevas. Muchas veces en estas ciudades New Age, ciudades como California, Los Ángeles, en ciudades también como Nueva York, que algunas personas ya tienen todo, tener el carro, la casa, ya tienen todas las cosas que querían alcanzar en su vida, pero se han dado cuenta que quieren más y sienten que han hecho ciertas cosas, pero en realidad no han hecho todo lo que se supone que deben hacer por su vida. Se comparan con los vecinos. No están satisfechos. Aunque lo que hacen lo hagan extremadamente bien, tienen dinero, fama, fortuna, sienten que alguien lo está haciendo mejor que ellos y que simplemente quieren ir más allá. Quieren hacer más cosas, descubrir más, viajar más, tener una pareja mejor, tener más alegría de vivir, etc. No importa cuál sea la situación puntual de ese cliente, de lo que desean más en la vida, lo importante es revisar cómo ese impulso lo afecta.
Si es un impulso negativo o positivo y cómo ese impulso alimenta lo que quieren encontrar, el objetivo que quieren alcanzar. Hay que investigar y organizar un poco, porque cuando detectas esa situación, después tienes que empezar a armar las cosas. Cuando tú le preguntas a tu cliente: ¿qué es lo que quieres hacer? ¿A dónde quieres llegar? La respuesta seguramente va a ser “no sé, no sé, si yo lo supiera ya lo hubiera hecho todo. Por eso te contraté. Tú eres mi entrenador de vida, quiero que tú me digas qué es lo que me hace falta”.
Como coach, tienes que empezar a organizarte un poco y lo vas a hacer de una forma muy sencilla. Puedes agarrar una revista en el lobby de una oficina y simplemente mostrarle: “mira ¿qué te atrae de esto?, ¿qué fotos estás viendo allí, que son interesantes, qué cosas te parecen que podrían llenar tu vida? Así se puede ir haciendo. Hasta usar herramientas muy poderosas, como por ejemplo, la psicología positiva, como la rueda de la vida, u otras herramientas que te vayan organizando, y dependiendo de tu tendencia de trabajo puedes ir organizando la vida en diferentes líneas.
Parte de tu trabajo es averiguar qué es lo que ese cliente necesita o está buscando. Tu trabajo en este cliente va a ser simplemente buscar, averiguar. Y es bien interesante trabajar con esta gente, porque es una experiencia maravillosa, el ayudar a la gente a buscar su motivo, su razón de ser y más si te pagan por ello. Es genial, es una experiencia interesante, que no es fácil, pero es una experiencia que te va a dar trabajo. Vas a ayudar a una persona a descubrir que está disfrutando de la vida, qué se está perdiendo, que no, y esto es un atributo muy positivo, donde vas a disfrutar mucho porque esta persona abraza el concepto de cambiar, de mejorar, de buscar y tú como coach, estás allí para ayudarlo a hacer eso.
Ignacio Segovia
Psicólogo, Coach, Hipnotista, Escritor y Orador
Enfoca la Atención en la Intención
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