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El enfoque no directivo

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El enfoque no directivo no es resolver un problema en concreto sino ayudar a crecer

El modelo de entrenamiento conocido como el enfoque no directivo, se refiere a aquel en el cual, el coach no impone sus propias soluciones.

Este modelo es utilizado por muchos psicoanalistas, terapeutas, especialmente aquellos que trabajan con matrimonios y asuntos familiares. A estos profesionales les encanta este enfoque porque realmente deja abierta la posibilidad de que el cliente rellene espacios en blanco, cree, explore, se expanda por sí mismo, sin que le digan qué hacer, sin que se le den directivas de cómo dejar de fumar, o empezar cierto negocio. El cambio se sugiere de manera indirecta.

¿Qué es el enfoque no directivo?

El enfoque no directivo es un modelo muy poderoso ya que permite al cliente empezar a tomar sus propias decisiones desde el principio de las sesiones.

Ahora bien, cuando me refiero a un enfoque no directivo, no quiero que te confundas. No pienses que estarás sentado viendo lo que sucede y estarás solo como espectador, esperando que te paguen. Tampoco estarás diciendo sí y no al cliente. Tu función será crear una oportunidad para que tomen sus propias decisiones mientras tú, como coach, monitoreas el proceso en el tiempo.

El monitoreo no se trata de dejar a tu cliente cometer errores si ves que van en la dirección equivocada. No, de eso no se trata. Tu posición no es de observador. Si algo sucede y sientes que no está bien, o que no va a generar el resultado que desean, tu deber y, podría decir obligación, es intervenir para ofrecer algún tipo de guía.

En el enfoque no directivo, puedes hacer preguntas reflexivas para que tu cliente revise su proceso. Existen muchas preguntas de introspección, pero puedes comenzar con: ¿Cómo te sientes acerca de esa decisión que has tomado? ¿Crees que podrías explorar otras opciones antes de hacerlo?

No todo el mundo va a disfrutar este método. Y no digo que, como coach, tienes que emplearlo porque exista alguna regla que así lo determine. Algunas escuelas de coaching se refieren a este método como único y que es obligatorio en tus consultas, de lo contrario no eres un coach. Te sugiero que evalúes lo que le funciona a tu cliente, lo que prefiere y si es del grupo de personas que optan por un coach que le diga qué hacer, pues tendrás que hacerlo cuando esté verdaderamente extraviado.

Cuando tu cliente se sienta perdido, puedes emplear diferentes estrategias, dentro de las cuales te sugiero darle algunas pistas y utilizar un método un poco más directo.

Por su parte, el enfoque no directivo puede llegar a ser un método más intuitivo, más poderoso y con más energía, que algunos clientes disfrutarán. A través de este método ofreces la posibilidad de que verifiquen, por ellos mismos, lo que están haciendo. Se trata de un modelo que se asemeja a tener un espejo, el cual les permite ver las acciones que están realizando y comprobar si están obteniendo los resultados que realmente esperan tanto para su vida como para su negocio, los logros que anhelan alcanzar.

El coach revisando qué método de trabajo le conviene al cliente en cada sesión.

Tu misión es apoyar y guiar a los clientes a encontrar las respuestas. No mostrarles la respuesta. Con un enfoque no directivo puedes lograr esto. Este enfoque no toma de la mano al cliente y le indica a dónde ir o qué hacer.  El coach está allí para apoyarlo, guiarlo a encontrar las respuestas.

Recuerdo que hace unos años, cuando estaba recién graduado como psicólogo, solíamos tener un supervisor o una analista. En esa época era necesario tener alguien en quien apoyarnos y acudir en caso de requerirlo. Esta persona se desempeñaba como una escotilla de escape, por así decirlo, después de tantas consultas de personas con dificultades. Realmente necesitábamos a alguien con quien diluir y conversar todos esos problemas. Esto me permitía liberar un poco todo el estrés y la carga que estaba asumiendo tras las consultas.

Es por ello que decidí buscar a alguien con quien hablar, e inicié mi terapia psicoanalítica con Luigi Longo, un gran psicoanalista lacaniano muy reconocido en Caracas, quien empleaba un enfoque no directivo. Esto fue genial porque se adaptaba a lo que me gustaba. A Luigi lo visitaba una vez por semana y hablaba en lugar de escuchar. De alguna manera, ya había escuchado lo suficiente con mis clientes, así que yo estaba listo para hablar, tenía necesidad de ser escuchado. Era mi turno de dejar todo en manos de alguien más y expresar lo que me estaba pasando, lo que había sucedido. Sin duda alguna, trabajar con mi psicoanalista fue muy fructífero para apoyarme y guiarme en el proceso.

Todavía hoy recuerdo las cosas que me decía. Era una persona llena de conocimiento, pero que ni una sola vez me dijo, “Ignacio, esto es lo que tienes que hacer”. Longo me exponía las oportunidades, las posibilidades y estaba allí para que yo mismo me viera. Era un espejo de lo que estaba pasando en mi vida. Él me apoyaba y me guiaba para encontrar las respuestas. Y yo me daba cuenta de ese proceso, de lo que lograba a través de ese método no directo.

Con este ejemplo de mi vida, no quiero que actúes como terapeuta, si no estás autorizado legalmente a ejercer. Te propongo que ayudes a las personas de una manera similar en el aspecto de dirigir la sesión de forma no directiva, apoyándolos, guiándolos para que encuentren sus propias respuestas. Discute las opciones, pero nunca recomiendes una opción porque puede resultar frustrante para tus clientes.

Pasantes de psicología haciendo sus practicas.

Recuerdo que a veces, cuando estaba en una terapia no directiva, podía ser frustrante, porque sabía que el terapeuta tenía la respuesta, no era nada complicado, pero yo no podía ver esa solución. Yo estaba consciente de que alguna parte de mi, sabía la respuesta, pero era difícil verlo. Cuando trabajes como coach, entenderás cómo una persona que está afuera del desafío, puede percibir una infinidad de soluciones y proponer nuevas opciones de forma más clara.

Me gusta hacer la analogía con la espalda. ¿lo ves? Alguien más puede ver fácilmente tu espalda, mientras para ti es difícil verla al menos de que tengas un espejo. Fácilmente alguien puede ver cuál es el problema que estás presentando.

¡Empodera a tu cliente!

No trates de paralizarlo para que dependa de ti. La idea es crear situaciones en las cuales tenga la capacidad de tomar sus propias decisiones y encuentre soluciones a sus propios retos, uno tras otro.

Como coach, eres una parte vital porque eres un facilitador para alcanzar el éxito de tus clientes. Eres un animador, el entrenador. Estarás a su lado, su amigo en cierto sentido, al cual le pagan. Tu trabajo es crear bienestar y cosas positivas para que tenga éxito. En este sentido, constantemente lo ayudarás a ser más fuerte y autosuficiente.

Las preguntas abiertas

Una de las mejores herramientas para trabajar de forma no directa es a través de las preguntas abiertas. En lugar de preguntar, ¿qué quieres hacer?, puedes empezar a utilizar las siguientes interrogantes: ¿Qué harías tú en esta situación? ¿Cómo te sientes en esta situación ahora?

Una vez más te recuerdo, que potencialmente puedes poner tu trabajo en riesgo, si frustras a tus clientes, yendo demasiado lejos con este tipo de preguntas. Tienes que tener cuidado con esto. Típicamente, la gente asocia estas preguntas con el estereotipo de psicólogos que se sientan, con bolígrafo en mano, un block de papel y preguntan ¿cómo te sientes con eso?, sin ofrecer ningún tipo de ayuda. ¿puedes ver la imagen? Ese es el cuadro que muchos imaginan, repitiéndose una y otra vez. Así que te propongo que te permitas mezclar la forma no directiva con la directiva, con la intención de no recrear una situación en la cual tengas que preguntar muy a menudo.

Sin embargo, la ausencia de esa dirección es muy poderosa si creas las preguntas abiertas correctamente. Lo vas a percibir. Aprender con el tiempo. Y te darás cuenta qué tipo de preguntas debes hacer y el tipo de enfoque según cada cliente en particular. Una vez ayudes a tu cliente a superar los obstáculos, el resto se vuelve más fácil porque sabes qué acciones son las correctas. Conoces cómo hacer para que tu cliente te dé la respuesta que realmente lo va ayudar.

El manual de coaching estructurado y fijo no existe. Siempre tendrás una idea de las preguntas por hacer en función de la situación, el tipo de cliente que tengas, cómo interactúan con su mundo, el objetivo y los resultados que esperan.

Coach guiando a su cliente a sus propias respuestas en su pensamiento


El objetivo como coach debe estar orientado para que tu cliente sepa hacerse a sí mismo, las preguntas que le permitan obtener resultados satisfactorios. Dichas preguntas estarán programadas en su subconsciente, para que cuando esté en una encrucijada, sepa qué hacer.

Te doy un ejemplo. Tu cliente debe ser capaz de preguntarse: ¿Cuál de estas opciones beneficiaría más a mis objetivos en 1, 2 o 5 años? Si tu cliente tiene ciertos objetivos que desea alcanzar en un período de tiempo y tiene varias opciones o 5 caminos diferentes, tiene que ser capaz de visualizar esos caminos y empezar a preguntarse ¿cuál camino lo llevará a donde desea estar en esos 5 años?.

Como coach, tendrás ocasiones en las cuales eres contratado para salvar un negocio. La pregunta típica es: ¿cómo sobrevivir cada semana? ¿Cómo llegamos a la semana que viene? Quizá es un negocio que está al borde del caos financiero y tu cliente solo está tratando de sobrevivir. Allí la inmediatez implica urgencia y tu cliente no está mentalmente para tus preguntas del futuro o esos 5 años. No, no lograrás nada. En ese caso, tu cliente simplemente tiene una urgencia para rescatar su negocio y su visualización de futuro no es a largo plazo. Es aquí, cuando comienza tu desafío de escuchar y crear preguntas adecuadas según la situación.

La escucha activa

Es muy importante que practiques la escucha activa no solo porque surgirá una y otra vez, sino que será parte de tu entrenamiento como coach y de tu vida en sí.

Mi mejor consejo es que empieces a entender cómo es tu forma de escuchar activamente como coach de vida. Tienes que asegurarte de que escuchas activamente, porque durante tus consultas, estarás recibiendo información de parte de tus clientes durante sus conversaciones y allí estarán muchas de las respuestas a esos desafíos. Ellos mismos te darán las respuestas. Debes aprender a descifrar y extraer la respuesta cuando te la den mezclada entre sus preocupaciones y problemas. Es importantísimo que prestes atención a los detalles.

Muchas veces mis clientes de hipnosis me han dado información durante las conversaciones. Y sin duda alguna, de no haber estado atento con mi escucha activa, habría perdido información que me permite orientar mi práctica como coach. Algunos de ellos, al expresar su inconformidad con otras personas, también están expresando inconformidad hacia ellos mismos porque suelen describirse vívidamente hablando de otra persona. Y es a través de la escucha activa que puedes redireccionar esa información de ataque hacia mejorar algún aspecto de ellos mismos. Mediante la escucha activa puedes descubrir fácilmente su mente subconsciente.

La escucha activa es el mejor método.

La escucha activa también me remonta a las situaciones que viven los terapeutas. Cualquier persona ajena a ti, que te ve y te conoce mejor de lo que tú te ves, no se convence con las mentiras que a veces solemos decir para poder existir de manera tranquila en este mundo. Cualquiera de esos pequeños juegos, de esas frases que solemos decirnos, los demás no lo creen. Así que te propongo que trabajes con autenticidad, de lo contrario, nadie creerá lo que estás haciendo.

Ten la determinación de ser un coach de vida con imaginación, siempre un poco diferente, alguien que observe mucho y tenga muchas perspectivas de la gente con la que está trabajando.  Siempre mantente alerta y entusiasta por descubrir nuevas facetas de tus clientes, cosas diferentes y convertir todos esos desafíos y dificultades en potenciales éxitos. Sé el espejo que refleje a tu cliente. Aprende a escuchar, captar todo y guiarlo de forma agradable para que siempre encuentren las respuestas por sí mismos.

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Ignacio Segovia

Psicólogo, Coach, Hipnotista, Escritor y Orador

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El enfoque no directivo no es resolver un problema en concreto sino ayudar a crecer

El modelo de entrenamiento conocido como el enfoque no directivo, se refiere a aquel en el cual, el coach no impone sus propias soluciones.

Este modelo es utilizado por muchos psicoanalistas, terapeutas, especialmente aquellos que trabajan con matrimonios y asuntos familiares. A estos profesionales les encanta este enfoque porque realmente deja abierta la posibilidad de que el cliente rellene espacios en blanco, cree, explore, se expanda por sí mismo, sin que le digan qué hacer, sin que se le den directivas de cómo dejar de fumar, o empezar cierto negocio. El cambio se sugiere de manera indirecta.

¿Qué es el enfoque no directivo?

El enfoque no directivo es un modelo muy poderoso ya que permite al cliente empezar a tomar sus propias decisiones desde el principio de las sesiones.

Ahora bien, cuando me refiero a un enfoque no directivo, no quiero que te confundas. No pienses que estarás sentado viendo lo que sucede y estarás solo como espectador, esperando que te paguen. Tampoco estarás diciendo sí y no al cliente. Tu función será crear una oportunidad para que tomen sus propias decisiones mientras tú, como coach, monitoreas el proceso en el tiempo.

El monitoreo no se trata de dejar a tu cliente cometer errores si ves que van en la dirección equivocada. No, de eso no se trata. Tu posición no es de observador. Si algo sucede y sientes que no está bien, o que no va a generar el resultado que desean, tu deber y, podría decir obligación, es intervenir para ofrecer algún tipo de guía.

En el enfoque no directivo, puedes hacer preguntas reflexivas para que tu cliente revise su proceso. Existen muchas preguntas de introspección, pero puedes comenzar con: ¿Cómo te sientes acerca de esa decisión que has tomado? ¿Crees que podrías explorar otras opciones antes de hacerlo?

No todo el mundo va a disfrutar este método. Y no digo que, como coach, tienes que emplearlo porque exista alguna regla que así lo determine. Algunas escuelas de coaching se refieren a este método como único y que es obligatorio en tus consultas, de lo contrario no eres un coach. Te sugiero que evalúes lo que le funciona a tu cliente, lo que prefiere y si es del grupo de personas que optan por un coach que le diga qué hacer, pues tendrás que hacerlo cuando esté verdaderamente extraviado.

Cuando tu cliente se sienta perdido, puedes emplear diferentes estrategias, dentro de las cuales te sugiero darle algunas pistas y utilizar un método un poco más directo.

Por su parte, el enfoque no directivo puede llegar a ser un método más intuitivo, más poderoso y con más energía, que algunos clientes disfrutarán. A través de este método ofreces la posibilidad de que verifiquen, por ellos mismos, lo que están haciendo. Se trata de un modelo que se asemeja a tener un espejo, el cual les permite ver las acciones que están realizando y comprobar si están obteniendo los resultados que realmente esperan tanto para su vida como para su negocio, los logros que anhelan alcanzar.

El coach revisando qué método de trabajo le conviene al cliente en cada sesión.

Tu misión es apoyar y guiar a los clientes a encontrar las respuestas. No mostrarles la respuesta. Con un enfoque no directivo puedes lograr esto. Este enfoque no toma de la mano al cliente y le indica a dónde ir o qué hacer.  El coach está allí para apoyarlo, guiarlo a encontrar las respuestas.

Recuerdo que hace unos años, cuando estaba recién graduado como psicólogo, solíamos tener un supervisor o una analista. En esa época era necesario tener alguien en quien apoyarnos y acudir en caso de requerirlo. Esta persona se desempeñaba como una escotilla de escape, por así decirlo, después de tantas consultas de personas con dificultades. Realmente necesitábamos a alguien con quien diluir y conversar todos esos problemas. Esto me permitía liberar un poco todo el estrés y la carga que estaba asumiendo tras las consultas.

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Todavía hoy recuerdo las cosas que me decía. Era una persona llena de conocimiento, pero que ni una sola vez me dijo, “Ignacio, esto es lo que tienes que hacer”. Longo me exponía las oportunidades, las posibilidades y estaba allí para que yo mismo me viera. Era un espejo de lo que estaba pasando en mi vida. Él me apoyaba y me guiaba para encontrar las respuestas. Y yo me daba cuenta de ese proceso, de lo que lograba a través de ese método no directo.

Con este ejemplo de mi vida, no quiero que actúes como terapeuta, si no estás autorizado legalmente a ejercer. Te propongo que ayudes a las personas de una manera similar en el aspecto de dirigir la sesión de forma no directiva, apoyándolos, guiándolos para que encuentren sus propias respuestas. Discute las opciones, pero nunca recomiendes una opción porque puede resultar frustrante para tus clientes.

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Una vez más te recuerdo, que potencialmente puedes poner tu trabajo en riesgo, si frustras a tus clientes, yendo demasiado lejos con este tipo de preguntas. Tienes que tener cuidado con esto. Típicamente, la gente asocia estas preguntas con el estereotipo de psicólogos que se sientan, con bolígrafo en mano, un block de papel y preguntan ¿cómo te sientes con eso?, sin ofrecer ningún tipo de ayuda. ¿puedes ver la imagen? Ese es el cuadro que muchos imaginan, repitiéndose una y otra vez. Así que te propongo que te permitas mezclar la forma no directiva con la directiva, con la intención de no recrear una situación en la cual tengas que preguntar muy a menudo.

Sin embargo, la ausencia de esa dirección es muy poderosa si creas las preguntas abiertas correctamente. Lo vas a percibir. Aprender con el tiempo. Y te darás cuenta qué tipo de preguntas debes hacer y el tipo de enfoque según cada cliente en particular. Una vez ayudes a tu cliente a superar los obstáculos, el resto se vuelve más fácil porque sabes qué acciones son las correctas. Conoces cómo hacer para que tu cliente te dé la respuesta que realmente lo va ayudar.

El manual de coaching estructurado y fijo no existe. Siempre tendrás una idea de las preguntas por hacer en función de la situación, el tipo de cliente que tengas, cómo interactúan con su mundo, el objetivo y los resultados que esperan.

Coach guiando a su cliente a sus propias respuestas en su pensamiento


El objetivo como coach debe estar orientado para que tu cliente sepa hacerse a sí mismo, las preguntas que le permitan obtener resultados satisfactorios. Dichas preguntas estarán programadas en su subconsciente, para que cuando esté en una encrucijada, sepa qué hacer.

Te doy un ejemplo. Tu cliente debe ser capaz de preguntarse: ¿Cuál de estas opciones beneficiaría más a mis objetivos en 1, 2 o 5 años? Si tu cliente tiene ciertos objetivos que desea alcanzar en un período de tiempo y tiene varias opciones o 5 caminos diferentes, tiene que ser capaz de visualizar esos caminos y empezar a preguntarse ¿cuál camino lo llevará a donde desea estar en esos 5 años?.

Como coach, tendrás ocasiones en las cuales eres contratado para salvar un negocio. La pregunta típica es: ¿cómo sobrevivir cada semana? ¿Cómo llegamos a la semana que viene? Quizá es un negocio que está al borde del caos financiero y tu cliente solo está tratando de sobrevivir. Allí la inmediatez implica urgencia y tu cliente no está mentalmente para tus preguntas del futuro o esos 5 años. No, no lograrás nada. En ese caso, tu cliente simplemente tiene una urgencia para rescatar su negocio y su visualización de futuro no es a largo plazo. Es aquí, cuando comienza tu desafío de escuchar y crear preguntas adecuadas según la situación.

La escucha activa

Es muy importante que practiques la escucha activa no solo porque surgirá una y otra vez, sino que será parte de tu entrenamiento como coach y de tu vida en sí.

Mi mejor consejo es que empieces a entender cómo es tu forma de escuchar activamente como coach de vida. Tienes que asegurarte de que escuchas activamente, porque durante tus consultas, estarás recibiendo información de parte de tus clientes durante sus conversaciones y allí estarán muchas de las respuestas a esos desafíos. Ellos mismos te darán las respuestas. Debes aprender a descifrar y extraer la respuesta cuando te la den mezclada entre sus preocupaciones y problemas. Es importantísimo que prestes atención a los detalles.

Muchas veces mis clientes de hipnosis me han dado información durante las conversaciones. Y sin duda alguna, de no haber estado atento con mi escucha activa, habría perdido información que me permite orientar mi práctica como coach. Algunos de ellos, al expresar su inconformidad con otras personas, también están expresando inconformidad hacia ellos mismos porque suelen describirse vívidamente hablando de otra persona. Y es a través de la escucha activa que puedes redireccionar esa información de ataque hacia mejorar algún aspecto de ellos mismos. Mediante la escucha activa puedes descubrir fácilmente su mente subconsciente.

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La escucha activa también me remonta a las situaciones que viven los terapeutas. Cualquier persona ajena a ti, que te ve y te conoce mejor de lo que tú te ves, no se convence con las mentiras que a veces solemos decir para poder existir de manera tranquila en este mundo. Cualquiera de esos pequeños juegos, de esas frases que solemos decirnos, los demás no lo creen. Así que te propongo que trabajes con autenticidad, de lo contrario, nadie creerá lo que estás haciendo.

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