El coaching de vida es diferente de otro tipo de interacciones que la gente puede pagar (aunque algunas de esas veces no paga) mas adelante veremos lo que quiero decir con respecto a esto de “pagar y no pagar”.
Con el entrenamiento de psicología positiva verás un poco más el espectro entre lo que es la patología al problema, las dificultades y el desarrollo total. La relación entre las diferentes profesiones con las que se entremezcla el coaching de vida
Las consultorías son algo por lo que definitivamente vas a pagar, es diferente del coaching de vida, porque la consultoría normalmente tiene un alcance muy limitado. Por ejemplo, encontrarás que los consultores normalmente han trabajado como profesionales en el área que requiere la consultoría. Así que un estadístico o un consultor en estadística, por ejemplo, puede haber trabajado como profesor de estadística.
Recuerdo haber escuchado recientemente sobre un profesor de la universidad. Tuve una clase de estadística al principio de mi carrera universitaria y por alguna razón, vi a mi profesor en internet y descubrí que es consultor de accidentes. Cuando ocurre un accidente, él reconstruye el evento usando un modelo basado en el error humano. Calcula las estadísticas de las ocurrencias basadas en el error humano con características muy específicas. Ordena todos los hechos para entender ese error humano. Mi profesor, es un consultor en un campo muy específico. Él tiene un doctorado en estadística y consulta en un rango muy estrecho.
Un consultor normalmente es alguien llamado experto en un área muy limitada. Por ejemplo, se puede tener un asesor jurídico bueno en fusiones de empresas como asesor en esa área. Es una persona que ha tenido una carrera legal tratando con corporaciones y ahora actúa como consultor.
Normalmente estos consultores trabajan tiempo parcial. No de tiempo completo. Trabajan en su área para mantenerse como expertos. No quieren dejar su carrera y consultan otras personas por razones económicas o para seguir siendo conocidos como expertos. Primero, porque no hay una demanda tan grande y segundo porque simplemente no quieren hacerlo. Estos profesionales generalmente lo que quieren es mantener su flujo de caja.
El coaching de vida es diferente a esto. En primer lugar y mi recomendación, es que lo hagas de tiempo completo.
En segundo lugar, no estás limitado a ningún campo específico. No tienes que ser experto en ningún campo. Como coach de vida, se te llama para motivar al cliente y poner en marcha a la persona, hacerle trabajar dentro de un plan.Cómo el Coaching de vida es diferente a dar recomendaciones o consejos
El coaching de vida también es diferente de recibir consejos porque un consejo normalmente no se paga, por supuesto, por un mal consejo pagarás. Muchas veces el consejo general es gratuito, algo que los amigos dan.
Tal vez eso es lo que te ha traído a este programa. Tal vez estás cansado de dar consejos gratuitos, de que la gente venga a ti y te pida ayuda con su desarrollo personal “Oye, ¿qué debo hacer? O ¿cómo puedo elaborar un plan? "Necesito seguir adelante, pero realmente necesito ayuda para hacerlo. Puedes venir y ayudarme a crear un plan de acción”. Ya eres bueno en eso. La gente te reconoce.
Probablemente has tenido que manejar esa situación una o dos veces, al menos. En esos casos tu amigo o conocido espera no tener que pagar nada. En otras palabras, no ganarás dinero con ello, pero ayudarás a la gente con su desarrollo personal, le ayudarás a hacer algo. El consejo es diferente a la consulta en la que se te va a pagar y con el dinero viene la expectativa de que funcione.
Un cliente que era inversionista, me dijo una vez en mi oficina. Estábamos hablando del precio de la sesión. Antes de empezar, conversamos acerca de mis precios, sus precios, los precios de otras personas por lo que hacen de manera general. En esa conversación, me dijo algo que se me quedó grabado por mucho tiempo, probablemente ya hace unos diez años:
“El precio es sólo un problema en la ausencia del valor”
En otras palabras, puedes cobrar lo que quieras, siempre y cuando entregues valor, un valor que acompañe esa etiqueta del precio. Si estás cobrando 25.000 dólares por algo, es mejor que le entregues al menos esos 25 mil dólares de valor. Por ello, siempre hablo de tratar de dar 10 veces más el valor.
Si no lo estás haciendo, estás dando al cliente menos y eso sí, será un problema.
El consejo es algo que solías dar para el desarrollo personal de alguien más y ahora será algo por lo que cobres, por lo que ya no te debes llamar consejero o amigo. Te vas a llamar Coach de vida y seguirás dando consejos. Eso es parte de lo que haces, parte de lo que vas a estar haciendo como coach de vida.
No quiero descubrir que estás regalando tu trabajo como Coach. Créeme cuando digo que la gente aprecia más la ayuda pagada. No importa si estás cobrando una tontería, ya sea 5 dólares o algo gigantesco como 5 millones de dólares, la gente aprecia más las cosas cuando las paga. Eso establece una relación profesional creativa entre las personas con las que estás trabajando. Recuerda: eres un profesional.
Te estarás preguntando “¿En qué se diferencia el coaching de vida de la tutoría? “
Por lo general, en el coaching de vida tienes un ámbito más amplio con el cual puedes trabajar en el desarrollo personal.
La tutoría tiene una connotación limitada, trabaja en una área muy específica, en la cual debes ser experto. Sin embargo, tú en lo único que debes ser experto, es en ser coach de vida.
En el caso del tutor, tienes que ser experto. Digamos que alguien te contrató como entrenador de vida para trabajar en el swing de golf y no sabes absolutamente nada de golf. Ni siquiera has agarrado un palo de golf en tu vida.
Puedes ser el coach de esta persona ayudándole en el proceso, en su desarrollo personal. No haces algo técnico. Un tutor tiene que saber de golf, tiene que enseñar cosas específicas. En tu caso, eres Coach de vida y puedes no saber nada de golf, así que no eres tutor, ni mentor de golf. Ahí está la diferencia. Y aquí es donde entramos en una fascinante y hermosa parte del coaching de vida.
En la hipnosis pasa algo similar. No tienes que ser experto en el campo en el que estás trabajando, pero al que estás llamado a ayudar. El cliente ya sabe cómo hacerlo, ya tiene la herramienta o tú lo remites a un experto, a un tutor, un consultor de esa área. Sólo necesitan un Coach de Vida
Muchas veces la gente vendrá a ti y te dirá simplemente que necesita ayuda. En mi caso, sucede tanto como coach de vida como en el área de la hipnosis.
Por ejemplo: Un cinturón negro de karate necesita ayuda. Yo no soy cinturón negro de karate. He hecho un poco de karate, y actualmente hago kung fu, pero no soy cinturón negro de karate. No tengo nivel técnico en karate.
Recuerdo que en alguna ocasión, una gimnasta de clase mundial vino a verme junto a su entrenador. Yo no era experto en gimnasia, él era el experto. Yo no sé nada de gimnasia, ni siquiera soy muy flexible, pero eso no impidió que me contratara como su coach de vida. No tengo que ser un gimnasta para ser el coach de vida de una gimnasta. Todo lo que ella quería era que yo usara la hipnosis a su favor en su desarrollo personal, motivarla, hacer que hiciera las cosas bien, lo que ya sabía hacer bien.
Ella sólo estaba metiendo la pata en momentos clave, literalmente se equivocaba en el momento en el que debía actuar de forma diferente, se lesionaba y estaba siendo eliminada no sólo de la competencia, sino también en otras cosas que tenían que ver con su desarrollo personal, cosas que quería hacer en la vida, como caminar sin cojear. No le di consejos, le ofrecí mis servicios como coach de vida y como hipnotista.
Y eso es lo que tú vas a vender, tus servicios, dándote cuenta de que no necesitas ser un experto, no eres un mentor, eres un coach de vida.
Aquí hay un detalle particular y por eso hablé de dar consejos en artículos previos. El counseling en la traducción al español, Consejería, se puede confundir con dar consejos.
En países de habla anglosajona, el counseling es una profesión altamente regulada. La consejería profesional usualmente la ejerce un consejero y/o terapeuta licenciado en un estado o país por alguna universidad, alguien que ha logrado obtener un título y una licencia y practica aquello para lo que ha sido entrenado. Eso es un consejero profesional. Por lo general, son psicólogos con doctorado o tienen una maestría en consejería. A veces también pueden ser terapeutas matrimoniales y familiares muy populares. La frase consejería tiene algunas implicaciones legales en Norteamérica y Europa.
No te hagas llamar consejero profesional, counselor o counseling, a menos de que por alguna razón eso esté bien en tu área y en tu estado. Hay una regulación bastante estricta en lo que se refiere a ser consejero profesional, al asesoramiento clínico. Hay varias palabras en el área con las que tienes que tener cuidado.
El coach de vida es diferente a la consejería profesional, en el sentido de que no necesitas una licencia para ejercer. No necesitas una licencia para practicar como coach de vida. Lo creas o no, cualquiera puede llamarse a sí mismo Coach de vida en la mayoría de las áreas.
Lo que te va a distinguir es, que vas a tener un entrenamiento avanzado como el que te ofrecemos en Ergon Academy, del que vas a poder obtener la especialidad de Coach de Vida y con el que tendrás la confianza de saber que vas a ser capaz de ayudar a la gente.
Es importante que te des cuenta la diferencia entre el coach de vida y el counseling, la consejería profesional. En el counseling no vas a profundizar en el asesoramiento de la persona. No tendrás esa imagen en la que alguien está sentado en una silla o acostado en un sofá contando la historia de su vida, lo que ha pasado y lo que está pasando y tú, estás con un papel y un bolígrafo escribiendo.
No es la imagen, no irás profundo a la situación del cliente, a su inconsciente, a tratar de solucionar su historia. No debes profundizar a nivel psicológico. Debes conocer claramente el perfil de la persona, pero no involucrarte en áreas como abrir procesos. Son detalles de un profesional, de la consejería o de la psicología, a eso se le llama abrir un proceso psicológico. Los psicólogos o consejeros saben cómo ofrecer ese servicio de consejería profesional, saben abrir y cerrar un proceso psicológico, que es lo más importante.
La consejería profesional y la terapia tienen muchas similitudes, pero a las dos tienes que prestarle atención porque hay algunas diferencias importantes.
La terapia va un paso más allá. No estás diciendo que estás aconsejando a alguien. Estás diciendo que en realidad lo ayudas de forma terapéutica. De alguna manera estás sanando. Hay un proceso terapéutico, eres un terapeuta y de esa clasificación es algo que no debes utilizar, si no estás licenciado en esa área. Debes alejarte de hacerte llamar de esa manera, porque este entrenamiento de Coach de Vida, no es para que seas un terapeuta.
En países como los Estados Unidos, potencialmente podrías meterte en un problema si te haces llamar terapeuta, y no estás certificado o licenciado para tal puesto. Existen leyes muy estrictas en usar ese término.
En este sentido, la consejería, el asesoramiento, la terapia son muy similares. En muchos casos, no hay mucha distinción entre ellos, así que mi mejor recomendación es que evites utilizarlos.
Yo me defino como hipnotista y no como hipnoterapeuta, porque la palabra terapeuta en mi estado está protegida y yo no tengo una licencia como tal, aunque tengo las calificaciones. En el pasado la he usado, pero donde vivo actualmente se requiere una licencia y yo no la tengo. Debes conocer cada detalle, las reglas de la profesión. En mi profesión actual, el término legal y preferido en esta área es hipnotista o hipnotizador.
De igual manera, no debes usar la palabra terapeuta, en ninguna parte de tu definición o promoción en las páginas web, o al decirle al cliente si no tienes esta licencia.
La mayoría de las organizaciones de hipnoterapia, por ejemplo, el gremio nacional de hipnotizadores es muy firme. Se llaman a sí mismo hipnotizadores, no hipnoterapeutas.
En Ergon Academy, certificamos a la gente en hipnosis como hipnotista profesional, bajo la Certification Board of Clinical Hipnotherapy. Ésta institución tiene la calificación para usar la palabra terapia, pero la gente que yo certifico necesita permiso del estado donde practica para usar esa terminología.
No te llames así: ni consejero, ni terapeuta, ni mucho menos psicólogo, a menos de que estés entrenado y licenciado para ello.
En ocasiones estarás haciendo algunas críticas acerca del estilo de vida de tu cliente y te recomiendo que lo llames así: cliente, no paciente.
El término paciente tiene una connotación clínica, entonces se asocia la psicología de la gente que viene a verme. Sólo si el cliente insiste en el término paciente-doctor y si esos términos son importantes en el proceso del cliente, puedes usar esas palabras indistintamente.
Yo no soy doctor y siempre que me presento en los programas públicos, en televisión, en radio, les digo: “tengo una maestría en psicología, no me llame doctor”. Siempre se lo informo antes de salir al aire el programa. E irónicamente, lo primero que dice la gente en la televisión, la radio es; “Buenas tardes, aquí tenemos al doctor Ignacio Segovia” y ya, al aire no los voy a contradecir.
Por lo general, antes de la entrevista insisto en esto: “por favor no me llame doctor, que yo no soy doctor en esos casos”. Lo importante es no usar la terminología de forma manipulativa para que el cliente crea que uno es doctor o terapeuta o que uno deja que la conversación fluya. Es importante aclarar el título. Es importante que no lo uses en pro de tu mercadeo o publicidad.
Cuando el cliente llega a mi sesión, por ejemplo, firman un documento donde yo explico que, aunque tengo entrenamiento en psicología y conocimiento en el área, en mi sesión no se hace psicología. No se hace terapia, no se hace nada clínico, estás haciendo una hipnosis.
En el coaching de vida, lo que vas a hacer no es evocar la imagen de la persona acostada en un sofá y tú allí con un bolígrafo escribiendo cosas. Vas a estar sentado escuchando al cliente y en gran medida vas a mirar al cliente y le vas a decir “Oye, espera un minuto, esto hay que hacerlo de forma diferente”. Vas a criticarlos. Vas a decirle “espera un minuto, esto no es así. Si quieres llegar a la meta, necesitas hacer esto”. En gran medida estarás haciendo una crítica. Pero, en realidad, el coaching va mucho más allá de la crítica o criticar a alguien.
Si al entrar a la sesión con el cliente, simplemente vas a estar criticando, no estás haciendo ningún tipo de coaching de vida. Si le dices a alguien “Oye, necesitas arreglar esto, hacer un cambio acá, hacer algo más, hacer esto de manera diferente”, eso está bien, es interesante. Pero no sólo te quedes allí, porque en realidad no estás ofreciendo una solución.
Es importante que la solución sea parte del proceso que estás haciendo como coach de vida. Parte de lo que estás haciendo es criticar, pero debes pensar que la mayor parte de lo que estás haciendo es ayudar al cliente a llegar a una solución para apoyar a los clientes a resolver los problemas, los desafíos… para eso estás allí, no solamente para criticar.
Al escuchar las ideas de tu cliente, vas a poder organizar el problema para presentarle la solución que has pensado para él, en lugar de estar diciendo “estás equivocado” una y otra vez. Sólo pondrás la crítica sobre la mesa de manera constructiva para la solución. Vas a decir: “¿Alguna vez has pensado en hacer esto o en hacerlo de otra manera?"
Yo empezaría de esta manera con un cliente cuando aún no lo conoces y con el que eventualmente vas a desarrollar una relación. Verás que las frases se van a adaptar más a lo que necesita el cliente. Cuando conoces al cliente le puedes proponer soluciones que son más fáciles de hacer. “Oye, fíjate que tienes un talento en esta área, por qué no lo aplicas” Y es parte de lo que es el coach, de la crítica, establece una buena relación con el cliente.
Cuando ya tienes esa relación, las críticas pueden salir un poco más a la mesa, pero inicialmente las críticas tienen que estar en tu mente para saber cómo las vas a compartir con el cliente y favorecerlo en su desarrollo personal, puedes hacerlo en particular, compartiéndolo a manera de solución. Como coach de vida, la crítica siempre tiene que venir acompañada de una solución.
La orientación nos hace percibir esa idea de que vas a ver a un consejero del colegio o a un guía de la universidad. Alguien que te está orientando en un proceso, un consejero. Son este tipo de gente que se sienta detrás un escritorio y no son proactivos. Con una lista de posibles soluciones para ti. En mi carrera académica fui a ver consejeros de orientación muchas veces y es así. Es una persona a la que le preguntas “Mira, quiero hacer unos créditos aquí, otros allá, como soy la mejor solución, me recomiendan que vea o curse X materia”
Cuando yo estaba en la universidad visité mucho al consejero, en particular en las universidades, donde estudié: Francia y Canadá. En esas universidades tienen centros donde ayudan al inmigrante para que tenga más herramientas durante su proceso de estudio y son sitios donde te recomiendan qué cursos de lenguaje hacer, qué curso para networking, o para conectar con otras personas.
Entonces, básicamente el orientador está sentado ahí detrás de su escritorio y los que yo vi me decían “ve al Centro de Estudios Internacionales porque tienen unos eventos”. El orientador me decía “Reúnete con estos estudiantes que apoyan en la gramática para que te ayude a corregir las tareas”. Eso era todo lo que decía el orientador, lo alentador. En ningún momento se acercó al otro lado del escritorio y me dijo “Bueno, déjame ver qué clases estás tomando. Vamos a analizar la situación. ¿Necesitas alguna ayuda en tus clases? Vamos a arreglarte el horario. De esta manera podemos hacer algo para tu desarrollo personal”.
El orientador no tiene una acción proactiva. Cuando piensas en la palabra orientación, la ves como una especie de consejo que te lleva a alguna parte. Cuando eres orientador, no eres proactivo, no estás ahí luchando en las trincheras con la persona que está del otro lado del escritorio así sea metafóricamente.
Ofrecen consejos sabios, saben qué decir porque conocen la escuela o la universidad donde están y pueden ser maravillosos, pero solamente es una guía. Los consejeros de orientación te dicen “tienes que hacer esto, tienes que hacer aquello”.
Los consejeros de orientación en el bachillerato o en la secundaria hablan de la universidad. La reunión dura unos minutos. Te preguntan qué materias estás tomando, qué universidad te gusta y simplemente te dicen “estas son las universidades y esta universidad da ingenierías, psicología y aquí es donde aplica. Es una guía que recibes. En ningún momento esa persona se preocupa por tu desarrollo personal ni viene a ayudarte o decirte “estos son los horarios que tienes que estudiar y esas son las cosas que tienes que estudiar. La semana que viene las revisamos”. Nunca hacen eso.
Por lo tanto, el coach de vida ofrece algo mucho más detallado, más profundo. Con un cliente te metes en las trincheras, en la situación para resolverlo, te aseguras que lo hagan, que tengan y ejecuten esa solución, de que lo apliquen y revisas esa solución. Estas son las diferencias entre lo que tú vas a hacer en tu área de coach de vida y lo que todas las demás áreas o esos agentes de cambio hacen en la suya.
Ignacio Segovia
Psicólogo, Coach, Hipnotista, Escritor y Orador
Enfoca la Atención en la Intención
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Las consultorías son algo por lo que definitivamente vas a pagar, es diferente del coaching de vida, porque la consultoría normalmente tiene un alcance muy limitado. Por ejemplo, encontrarás que los consultores normalmente han trabajado como profesionales en el área que requiere la consultoría. Así que un estadístico o un consultor en estadística, por ejemplo, puede haber trabajado como profesor de estadística.
Recuerdo haber escuchado recientemente sobre un profesor de la universidad. Tuve una clase de estadística al principio de mi carrera universitaria y por alguna razón, vi a mi profesor en internet y descubrí que es consultor de accidentes. Cuando ocurre un accidente, él reconstruye el evento usando un modelo basado en el error humano. Calcula las estadísticas de las ocurrencias basadas en el error humano con características muy específicas. Ordena todos los hechos para entender ese error humano. Mi profesor, es un consultor en un campo muy específico. Él tiene un doctorado en estadística y consulta en un rango muy estrecho.
Un consultor normalmente es alguien llamado experto en un área muy limitada. Por ejemplo, se puede tener un asesor jurídico bueno en fusiones de empresas como asesor en esa área. Es una persona que ha tenido una carrera legal tratando con corporaciones y ahora actúa como consultor.
Normalmente estos consultores trabajan tiempo parcial. No de tiempo completo. Trabajan en su área para mantenerse como expertos. No quieren dejar su carrera y consultan otras personas por razones económicas o para seguir siendo conocidos como expertos. Primero, porque no hay una demanda tan grande y segundo porque simplemente no quieren hacerlo. Estos profesionales generalmente lo que quieren es mantener su flujo de caja.
El coaching de vida es diferente a esto. En primer lugar y mi recomendación, es que lo hagas de tiempo completo.
En segundo lugar, no estás limitado a ningún campo específico. No tienes que ser experto en ningún campo. Como coach de vida, se te llama para motivar al cliente y poner en marcha a la persona, hacerle trabajar dentro de un plan.Cómo el Coaching de vida es diferente a dar recomendaciones o consejos
El coaching de vida también es diferente de recibir consejos porque un consejo normalmente no se paga, por supuesto, por un mal consejo pagarás. Muchas veces el consejo general es gratuito, algo que los amigos dan.
Tal vez eso es lo que te ha traído a este programa. Tal vez estás cansado de dar consejos gratuitos, de que la gente venga a ti y te pida ayuda con su desarrollo personal “Oye, ¿qué debo hacer? O ¿cómo puedo elaborar un plan? "Necesito seguir adelante, pero realmente necesito ayuda para hacerlo. Puedes venir y ayudarme a crear un plan de acción”. Ya eres bueno en eso. La gente te reconoce.
Probablemente has tenido que manejar esa situación una o dos veces, al menos. En esos casos tu amigo o conocido espera no tener que pagar nada. En otras palabras, no ganarás dinero con ello, pero ayudarás a la gente con su desarrollo personal, le ayudarás a hacer algo. El consejo es diferente a la consulta en la que se te va a pagar y con el dinero viene la expectativa de que funcione.
Un cliente que era inversionista, me dijo una vez en mi oficina. Estábamos hablando del precio de la sesión. Antes de empezar, conversamos acerca de mis precios, sus precios, los precios de otras personas por lo que hacen de manera general. En esa conversación, me dijo algo que se me quedó grabado por mucho tiempo, probablemente ya hace unos diez años:
“El precio es sólo un problema en la ausencia del valor”
En otras palabras, puedes cobrar lo que quieras, siempre y cuando entregues valor, un valor que acompañe esa etiqueta del precio. Si estás cobrando 25.000 dólares por algo, es mejor que le entregues al menos esos 25 mil dólares de valor. Por ello, siempre hablo de tratar de dar 10 veces más el valor.
Si no lo estás haciendo, estás dando al cliente menos y eso sí, será un problema.
El consejo es algo que solías dar para el desarrollo personal de alguien más y ahora será algo por lo que cobres, por lo que ya no te debes llamar consejero o amigo. Te vas a llamar Coach de vida y seguirás dando consejos. Eso es parte de lo que haces, parte de lo que vas a estar haciendo como coach de vida.
No quiero descubrir que estás regalando tu trabajo como Coach. Créeme cuando digo que la gente aprecia más la ayuda pagada. No importa si estás cobrando una tontería, ya sea 5 dólares o algo gigantesco como 5 millones de dólares, la gente aprecia más las cosas cuando las paga. Eso establece una relación profesional creativa entre las personas con las que estás trabajando. Recuerda: eres un profesional.
Te estarás preguntando “¿En qué se diferencia el coaching de vida de la tutoría? “
Por lo general, en el coaching de vida tienes un ámbito más amplio con el cual puedes trabajar en el desarrollo personal.
La tutoría tiene una connotación limitada, trabaja en una área muy específica, en la cual debes ser experto. Sin embargo, tú en lo único que debes ser experto, es en ser coach de vida.
En el caso del tutor, tienes que ser experto. Digamos que alguien te contrató como entrenador de vida para trabajar en el swing de golf y no sabes absolutamente nada de golf. Ni siquiera has agarrado un palo de golf en tu vida.
Puedes ser el coach de esta persona ayudándole en el proceso, en su desarrollo personal. No haces algo técnico. Un tutor tiene que saber de golf, tiene que enseñar cosas específicas. En tu caso, eres Coach de vida y puedes no saber nada de golf, así que no eres tutor, ni mentor de golf. Ahí está la diferencia. Y aquí es donde entramos en una fascinante y hermosa parte del coaching de vida.
En la hipnosis pasa algo similar. No tienes que ser experto en el campo en el que estás trabajando, pero al que estás llamado a ayudar. El cliente ya sabe cómo hacerlo, ya tiene la herramienta o tú lo remites a un experto, a un tutor, un consultor de esa área. Sólo necesitan un Coach de Vida
Muchas veces la gente vendrá a ti y te dirá simplemente que necesita ayuda. En mi caso, sucede tanto como coach de vida como en el área de la hipnosis.
Por ejemplo: Un cinturón negro de karate necesita ayuda. Yo no soy cinturón negro de karate. He hecho un poco de karate, y actualmente hago kung fu, pero no soy cinturón negro de karate. No tengo nivel técnico en karate.
Recuerdo que en alguna ocasión, una gimnasta de clase mundial vino a verme junto a su entrenador. Yo no era experto en gimnasia, él era el experto. Yo no sé nada de gimnasia, ni siquiera soy muy flexible, pero eso no impidió que me contratara como su coach de vida. No tengo que ser un gimnasta para ser el coach de vida de una gimnasta. Todo lo que ella quería era que yo usara la hipnosis a su favor en su desarrollo personal, motivarla, hacer que hiciera las cosas bien, lo que ya sabía hacer bien.
Ella sólo estaba metiendo la pata en momentos clave, literalmente se equivocaba en el momento en el que debía actuar de forma diferente, se lesionaba y estaba siendo eliminada no sólo de la competencia, sino también en otras cosas que tenían que ver con su desarrollo personal, cosas que quería hacer en la vida, como caminar sin cojear. No le di consejos, le ofrecí mis servicios como coach de vida y como hipnotista.
Y eso es lo que tú vas a vender, tus servicios, dándote cuenta de que no necesitas ser un experto, no eres un mentor, eres un coach de vida.
Aquí hay un detalle particular y por eso hablé de dar consejos en artículos previos. El counseling en la traducción al español, Consejería, se puede confundir con dar consejos.
En países de habla anglosajona, el counseling es una profesión altamente regulada. La consejería profesional usualmente la ejerce un consejero y/o terapeuta licenciado en un estado o país por alguna universidad, alguien que ha logrado obtener un título y una licencia y practica aquello para lo que ha sido entrenado. Eso es un consejero profesional. Por lo general, son psicólogos con doctorado o tienen una maestría en consejería. A veces también pueden ser terapeutas matrimoniales y familiares muy populares. La frase consejería tiene algunas implicaciones legales en Norteamérica y Europa.
No te hagas llamar consejero profesional, counselor o counseling, a menos de que por alguna razón eso esté bien en tu área y en tu estado. Hay una regulación bastante estricta en lo que se refiere a ser consejero profesional, al asesoramiento clínico. Hay varias palabras en el área con las que tienes que tener cuidado.
El coach de vida es diferente a la consejería profesional, en el sentido de que no necesitas una licencia para ejercer. No necesitas una licencia para practicar como coach de vida. Lo creas o no, cualquiera puede llamarse a sí mismo Coach de vida en la mayoría de las áreas.
Lo que te va a distinguir es, que vas a tener un entrenamiento avanzado como el que te ofrecemos en Ergon Academy, del que vas a poder obtener la especialidad de Coach de Vida y con el que tendrás la confianza de saber que vas a ser capaz de ayudar a la gente.
Es importante que te des cuenta la diferencia entre el coach de vida y el counseling, la consejería profesional. En el counseling no vas a profundizar en el asesoramiento de la persona. No tendrás esa imagen en la que alguien está sentado en una silla o acostado en un sofá contando la historia de su vida, lo que ha pasado y lo que está pasando y tú, estás con un papel y un bolígrafo escribiendo.
No es la imagen, no irás profundo a la situación del cliente, a su inconsciente, a tratar de solucionar su historia. No debes profundizar a nivel psicológico. Debes conocer claramente el perfil de la persona, pero no involucrarte en áreas como abrir procesos. Son detalles de un profesional, de la consejería o de la psicología, a eso se le llama abrir un proceso psicológico. Los psicólogos o consejeros saben cómo ofrecer ese servicio de consejería profesional, saben abrir y cerrar un proceso psicológico, que es lo más importante.
La consejería profesional y la terapia tienen muchas similitudes, pero a las dos tienes que prestarle atención porque hay algunas diferencias importantes.
La terapia va un paso más allá. No estás diciendo que estás aconsejando a alguien. Estás diciendo que en realidad lo ayudas de forma terapéutica. De alguna manera estás sanando. Hay un proceso terapéutico, eres un terapeuta y de esa clasificación es algo que no debes utilizar, si no estás licenciado en esa área. Debes alejarte de hacerte llamar de esa manera, porque este entrenamiento de Coach de Vida, no es para que seas un terapeuta.
En países como los Estados Unidos, potencialmente podrías meterte en un problema si te haces llamar terapeuta, y no estás certificado o licenciado para tal puesto. Existen leyes muy estrictas en usar ese término.
En este sentido, la consejería, el asesoramiento, la terapia son muy similares. En muchos casos, no hay mucha distinción entre ellos, así que mi mejor recomendación es que evites utilizarlos.
Yo me defino como hipnotista y no como hipnoterapeuta, porque la palabra terapeuta en mi estado está protegida y yo no tengo una licencia como tal, aunque tengo las calificaciones. En el pasado la he usado, pero donde vivo actualmente se requiere una licencia y yo no la tengo. Debes conocer cada detalle, las reglas de la profesión. En mi profesión actual, el término legal y preferido en esta área es hipnotista o hipnotizador.
De igual manera, no debes usar la palabra terapeuta, en ninguna parte de tu definición o promoción en las páginas web, o al decirle al cliente si no tienes esta licencia.
La mayoría de las organizaciones de hipnoterapia, por ejemplo, el gremio nacional de hipnotizadores es muy firme. Se llaman a sí mismo hipnotizadores, no hipnoterapeutas.
En Ergon Academy, certificamos a la gente en hipnosis como hipnotista profesional, bajo la Certification Board of Clinical Hipnotherapy. Ésta institución tiene la calificación para usar la palabra terapia, pero la gente que yo certifico necesita permiso del estado donde practica para usar esa terminología.
No te llames así: ni consejero, ni terapeuta, ni mucho menos psicólogo, a menos de que estés entrenado y licenciado para ello.
En ocasiones estarás haciendo algunas críticas acerca del estilo de vida de tu cliente y te recomiendo que lo llames así: cliente, no paciente.
El término paciente tiene una connotación clínica, entonces se asocia la psicología de la gente que viene a verme. Sólo si el cliente insiste en el término paciente-doctor y si esos términos son importantes en el proceso del cliente, puedes usar esas palabras indistintamente.
Yo no soy doctor y siempre que me presento en los programas públicos, en televisión, en radio, les digo: “tengo una maestría en psicología, no me llame doctor”. Siempre se lo informo antes de salir al aire el programa. E irónicamente, lo primero que dice la gente en la televisión, la radio es; “Buenas tardes, aquí tenemos al doctor Ignacio Segovia” y ya, al aire no los voy a contradecir.
Por lo general, antes de la entrevista insisto en esto: “por favor no me llame doctor, que yo no soy doctor en esos casos”. Lo importante es no usar la terminología de forma manipulativa para que el cliente crea que uno es doctor o terapeuta o que uno deja que la conversación fluya. Es importante aclarar el título. Es importante que no lo uses en pro de tu mercadeo o publicidad.
Cuando el cliente llega a mi sesión, por ejemplo, firman un documento donde yo explico que, aunque tengo entrenamiento en psicología y conocimiento en el área, en mi sesión no se hace psicología. No se hace terapia, no se hace nada clínico, estás haciendo una hipnosis.
En el coaching de vida, lo que vas a hacer no es evocar la imagen de la persona acostada en un sofá y tú allí con un bolígrafo escribiendo cosas. Vas a estar sentado escuchando al cliente y en gran medida vas a mirar al cliente y le vas a decir “Oye, espera un minuto, esto hay que hacerlo de forma diferente”. Vas a criticarlos. Vas a decirle “espera un minuto, esto no es así. Si quieres llegar a la meta, necesitas hacer esto”. En gran medida estarás haciendo una crítica. Pero, en realidad, el coaching va mucho más allá de la crítica o criticar a alguien.
Si al entrar a la sesión con el cliente, simplemente vas a estar criticando, no estás haciendo ningún tipo de coaching de vida. Si le dices a alguien “Oye, necesitas arreglar esto, hacer un cambio acá, hacer algo más, hacer esto de manera diferente”, eso está bien, es interesante. Pero no sólo te quedes allí, porque en realidad no estás ofreciendo una solución.
Es importante que la solución sea parte del proceso que estás haciendo como coach de vida. Parte de lo que estás haciendo es criticar, pero debes pensar que la mayor parte de lo que estás haciendo es ayudar al cliente a llegar a una solución para apoyar a los clientes a resolver los problemas, los desafíos… para eso estás allí, no solamente para criticar.
Al escuchar las ideas de tu cliente, vas a poder organizar el problema para presentarle la solución que has pensado para él, en lugar de estar diciendo “estás equivocado” una y otra vez. Sólo pondrás la crítica sobre la mesa de manera constructiva para la solución. Vas a decir: “¿Alguna vez has pensado en hacer esto o en hacerlo de otra manera?"
Yo empezaría de esta manera con un cliente cuando aún no lo conoces y con el que eventualmente vas a desarrollar una relación. Verás que las frases se van a adaptar más a lo que necesita el cliente. Cuando conoces al cliente le puedes proponer soluciones que son más fáciles de hacer. “Oye, fíjate que tienes un talento en esta área, por qué no lo aplicas” Y es parte de lo que es el coach, de la crítica, establece una buena relación con el cliente.
Cuando ya tienes esa relación, las críticas pueden salir un poco más a la mesa, pero inicialmente las críticas tienen que estar en tu mente para saber cómo las vas a compartir con el cliente y favorecerlo en su desarrollo personal, puedes hacerlo en particular, compartiéndolo a manera de solución. Como coach de vida, la crítica siempre tiene que venir acompañada de una solución.
La orientación nos hace percibir esa idea de que vas a ver a un consejero del colegio o a un guía de la universidad. Alguien que te está orientando en un proceso, un consejero. Son este tipo de gente que se sienta detrás un escritorio y no son proactivos. Con una lista de posibles soluciones para ti. En mi carrera académica fui a ver consejeros de orientación muchas veces y es así. Es una persona a la que le preguntas “Mira, quiero hacer unos créditos aquí, otros allá, como soy la mejor solución, me recomiendan que vea o curse X materia”
Cuando yo estaba en la universidad visité mucho al consejero, en particular en las universidades, donde estudié: Francia y Canadá. En esas universidades tienen centros donde ayudan al inmigrante para que tenga más herramientas durante su proceso de estudio y son sitios donde te recomiendan qué cursos de lenguaje hacer, qué curso para networking, o para conectar con otras personas.
Entonces, básicamente el orientador está sentado ahí detrás de su escritorio y los que yo vi me decían “ve al Centro de Estudios Internacionales porque tienen unos eventos”. El orientador me decía “Reúnete con estos estudiantes que apoyan en la gramática para que te ayude a corregir las tareas”. Eso era todo lo que decía el orientador, lo alentador. En ningún momento se acercó al otro lado del escritorio y me dijo “Bueno, déjame ver qué clases estás tomando. Vamos a analizar la situación. ¿Necesitas alguna ayuda en tus clases? Vamos a arreglarte el horario. De esta manera podemos hacer algo para tu desarrollo personal”.
El orientador no tiene una acción proactiva. Cuando piensas en la palabra orientación, la ves como una especie de consejo que te lleva a alguna parte. Cuando eres orientador, no eres proactivo, no estás ahí luchando en las trincheras con la persona que está del otro lado del escritorio así sea metafóricamente.
Ofrecen consejos sabios, saben qué decir porque conocen la escuela o la universidad donde están y pueden ser maravillosos, pero solamente es una guía. Los consejeros de orientación te dicen “tienes que hacer esto, tienes que hacer aquello”.
Los consejeros de orientación en el bachillerato o en la secundaria hablan de la universidad. La reunión dura unos minutos. Te preguntan qué materias estás tomando, qué universidad te gusta y simplemente te dicen “estas son las universidades y esta universidad da ingenierías, psicología y aquí es donde aplica. Es una guía que recibes. En ningún momento esa persona se preocupa por tu desarrollo personal ni viene a ayudarte o decirte “estos son los horarios que tienes que estudiar y esas son las cosas que tienes que estudiar. La semana que viene las revisamos”. Nunca hacen eso.
Por lo tanto, el coach de vida ofrece algo mucho más detallado, más profundo. Con un cliente te metes en las trincheras, en la situación para resolverlo, te aseguras que lo hagan, que tengan y ejecuten esa solución, de que lo apliquen y revisas esa solución. Estas son las diferencias entre lo que tú vas a hacer en tu área de coach de vida y lo que todas las demás áreas o esos agentes de cambio hacen en la suya.
Ignacio Segovia
Psicólogo, Coach, Hipnotista, Escritor y Orador
Enfoca la Atención en la Intención
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